El ransomware no es un tipo de virus que haya surgido hace poco. Pero cada vez se viene haciendo más conocido por el número de ataques (con éxito) que se han realizado últimamente. Básicamente infectan nuestro ordenador, cifrando todos nuestros datos, siendo únicamente posible descifrarlos mediante el pago. Esto es, a todas luces, un secuestro de nuestros datos (de ahí la traducción).

La teoría dice que si pagamos por el rescate, acabaremos teniendo nuestros datos a salvo, pero puede que se no sea siempre así. Al fin y al cabo, estamos fiándonos de unos delincuentes cuya palabra obviamente vale lo mismo que su moral.

Pero independientemente del porcentaje de personas que reciben sus datos pagando, sea alto o bajo, hay otros motivos por los que no pagar, como por ejemplo que pagando estamos motivando a los hackers a que sigan cometiendo este tipo de ataques (si les ha resultado beneficioso, seguirán haciéndolo).

Menos del 50% de los que pagan reciben sus datos

Del total de personas que sufren un ataque de ransomware, el 38,7% deciden hacer frente al pago. Pero no todos ellos recuperaron sus datos. Concretamente, poco más del 50,64% de los que decidieron pagar, o lo que es lo mismo el 19,6% de todos los afectados), nunca pudieron recuperar sus archivos de vuelta (aún pagando, recordemos), mientras que el 49,35% de los que pagaron pudieron recuperarlos (el 19,1% del total de afectados).

victimas ransomware cuantos recuperan sus datos por ciento

En definitiva, más personas, aún pagando, pierden sus archivos de las que la recuperan.  Por esta razón, reforzamos algo de lo que ya hemos hablado anteriormente: nunca debes pagar un rescate. Como vemos, ni siquiera pagándolo nos aseguramos de que podemos recuperar nuestros archivos. Y hay más: aun recuperándolos, los archivos quedarán infectados por siempre y nada nos permitirá confiar en que el hacker no activará el ransomware de forma remota de nueva; porque, efectivamente, podrá hacerlo; es decir, que si el delincuente quiere reactivar el ransomware, podrá hacerlo.

Del resto de personas que no pagan (recordemos, la mayoría, un 61,3%), solamente un 13% (un 8% del total de afectados) pierde los archivos por completo, mientras que el 87% (53,3% de los afectados) restante de las personas que no pagan, sí que llegan a recuperarlos gracias, entre otros medios, a que tenían alguna copia de seguridad (por ello es esencial, siempre, tener copias de seguridad de todos nuestros datos).