Las revelaciones de cómo los diversos servicios de los EEUU espían a ciudadanos de todo el mundo aún está dando que hablar, sobre todo porque no dejan de aparecer nuevas informaciones y detalles sobre cómo se produce ese espionaje. Los ciudadanos europeos somos el objetivo de buena parte de esas acciones, y normalmente esto implicaría que los países afectados como mínimo pedirían explicaciones. Eso prácticamente no ha pasado, ya sea porque el gobierno en cuestión ha preferido ignorarlo (como en España), porque trabaja con los servicios secretos estadounidenses (como en Reino Unido), o porque tiene su propio servicio de espionaje (como en Francia).

Como vemos, los jefes de estado de cada miembro de la Unión Europea no están por la labor de enfrentarse públicamente a un aliado tan poderoso como EEUU, y la mayoría espera a que capee el temporal realizando declaraciones neutras y pasando por encima de los detalles. Sin embargo, hay un país que desde el principio, si bien de manera tenue, ha protestado ante esta recopilación de información de sus ciudadanos: Alemania.

Las leyes de privacidad del país son muy estrictas, y el hecho de que un aliado se las saltase ha puesto en una situación difícil a Angela Merkel que se enfrenta a nuevas elecciones en pocas semanas. Presionada por la oposición, tuvo una reunión con Barack Obama, presidente de los EEUU, para tratar el problema. Ahora, Alemania ha anunciado que rompe oficialmente unos acuerdos que tenía con EEUU y Reino Unido desde la Guerra Fría.

Obama 2008 Presidential Campaign

Estos acuerdos estaban diseñados para permitir a los países aliados vigilar a ciudadanos en territorio alemán, siempre previa petición al gobierno y en caso de actividad del enemigo (la Unión Soviética entonces). Aunque llevaban décadas sin usarse, representaban cierto grado de confianza entre los países. Ahora que el tratado se ha roto, Merkel pretende mandar un mensaje de animosidad y enfado, tanto a los EEUU como a sus propios votantes. Es un mensaje de que este tipo de acciones no serán permitidas, o al menos eso quiere hacer ver.

Porque realmente que el acuerdo se haya roto no afecta demasiado a las relaciones diplomáticas entre ambos países, algo que hace preguntarnos si hay algo mas que fuegos artificiales detrás de esta maniobra, o si realmente veremos consecuencias al espionaje de nuestras vidas por parte de una potencia extranjera.

Fuente | Associated Press