Nuevo Roomba de iRobot.

Nuevo Roomba de iRobot. iRobot Omicrono

Hardware

Auge y caída de Roomba: de inventar el robot aspirador a perder el tren ante la competencia china

La compañía ha acumulado más de 30 años de historia, que han visto su final de forma abrupta este año por numerosos factores.

Más información: Qué va a pasar con el robot aspirador de Roomba que tienes en casa después de que iRobot se haya declarado en quiebra

Publicada
Actualizada

El pasado 15 de diciembre conocíamos la noticia en España: iRobot, la empresa detrás de la Roomba, entraba en quiebra consiguiendo que su principal prestamista, Shenzhen Picea Robotics, comprase la firma junto a Santrum Hong Kong Co.

Una mala nueva que si bien no provocaría interrupciones en los dispositivos de la empresa, dejaba un titular terrible para una empresa con más de tres décadas a sus espaldas, conocida por redefinir el concepto de 'robot limpiador'.

Y es que esta compañía ha sido una de las pioneras principales del mercado, asentándose en los años 90 como la principal desarrolladora de lo que hoy conocemos como robots limpiadores. ¿La causa de su caída? Entre otras cosas, la competencia.

iRobot: 35 años de historia

Todo comienza en el año 1990, cuando los ingenieros del Laboratorio de Inteligencia Artificial del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) Rodney Brooks, Helen Greiner y Colin Angle fundan iRobot. Aunque por aquel entonces no se conocía como tal, sino como IS Robotics.

Cabe recalcar que iRobot no comenzó su andadura con dispositivos comerciales. Todo lo contrario; en 1991 la compañía desarrolla el robot espacial Genghis, un dispositivo de seis patas inspirado en los insectos.

Robot Genghis en acción.

La idea detrás del desarrollo del Genghis era resolver un problema claro: cómo hacer que los robots pudieran ganar inteligencia, lo que dio como resultado la llamada arquitectura de subsunción.

Esta arquitectura robótica reactiva otorga a un robot la posibilidad de reaccionar al mundo que lo rodea. A día de hoy, el artículo de Brooks que desarrolló esta idea sigue estudiándose en campos de la robótica y la IA.

En lugar de tener un controlador central capaz de establecer las funciones del robot, Brooks eliminó los procesadores cognitivos del dispositivo y dejó únicamente los sensores y el hardware que le permitía caminar.

De esta manera, Brooks consiguió que Genghis vinculase la sensación con una acción, sin una ruta preaplicada o planificada. Este actuaba según cada sensor detectaba un obstáculo. De hecho, el robot estaba pensado para moverse por entornos complicados.

PackBot en una demostración en Francia.

PackBot en una demostración en Francia. David Monniaux Wikimedia Commons

Varios años después, en 1996, iRobot desarrolla el Ariel, un robot que en sus palabras, detectaba y eliminaba minas en zonas de surf. El gran pelotazo llegó en 1998, cuando iRobot consiguió un contrato con DARPA para desarrollar un robot móvil táctico.

Así nacieron los PackBot, robots militares que además de utilizarse en conflictos bélicos en Irak y Afganistán, se usaron para buscar restos humanos en los escombros del World Trade Center, en la zona cero del ataque a las Torres Gemelas del 11 de septiembre del 2001.

Tuvimos que esperar hasta el 2002 para que iRobot presentara el mítico Roomba, el primer robot doméstico de la empresa, que redefinió las bases de la compañía. En ese mismo año, los PackBot de iRobot se despliegan con tropas estadounidenses por primera vez.

El Roomba original del 2004 se presentó como un aspirador robótico en forma de disco, equipado con tres botones para ajustar el tamaño de la habitación a limpiar. El éxito fue tal, que en apenas dos años vendieron un millón de unidades.

Primera Roomba del 2002.

Primera Roomba del 2002. Larry D. Moore Wikimedia Commons

El producto integraba un mecanismo de limpieza ya patentado de dos etapas con una aspiradora de partículas de alta eficiencia y cepillos de limpieza incorporados. Se estrenaba un sistema de navegación inteligente que serviría como base para futuros modelos.

El robot recorría el suelo de las estancias abiertas en espiral, hasta que el parachoques entraba en contacto con un objeto o una pared. A continuación, el Roomba limpiaba a lo largo de la pared usando un sensor de seguimiento de pared.

Con él, el robot limpiaba el borde con un cepillo lateral giratorio hasta abarcar toda la estancia. Luego, pasaba a otra zona en la que repetía el proceso de espiral con pasadas rectas. Costaba unos 200 dólares, unos 371 dólares en 2025.

La siguiente generación no se hizo esperar, y llegó en julio del 2004 como los Roomba Discovery y serie 400. iRobot optó por ofrecer modelos más baratos, que aunque mantenían sus capacidades principales, eliminaban de la ecuación el control por software de otros modelos.

Roomba Discovery.

Roomba Discovery. Shawnc Wikimedia Commons

La trayectoria de iRobot no se ha limitado a las Roomba, pese a su éxito. En 2004, sin ir más lejos, ganaron el contrato para desarrollar un vehículo terrestre no tripulado pequeño (SUGV) y entre 2006 y 2007, lanzaron numerosos productos adicionales.

Por ejemplo, en 2006 lanzaron el robot de barrido de tiendas Dirt Dog y en 2007 los robots de limpieza Look (para canaletas), Verro (para piscinas) y Create (un robot móvil programable). Abrieron sus mercados a otros campos, como la náutica.

El mejor ejemplo de este hecho lo vemos con el Seaglider, un vehículo submarino autónomo (AUV) de buceo profundo que se desarrolló en un inicio en el seno de la Universidad de Washington en la década de los 90.

En 2008, iRobot consiguió una licencia exclusiva para producir el Seaglider para clientes externos a la Universidad hasta mayo del 2013. Este robot, de hecho, fue usado para detectar charcas submarinas de petróleo tras el desastre del Deepwater Horizon en abril del 2010.

Seaglider.

Seaglider. NOAA Wikimedia Commons

Los fracasos no faltaron. En 2005 iRobot salió a bolsa con una valoración de más de 100 millones de dólares, y en 2019, desarrollaron el robot cortacésped Terra. Luego, compraron Aeris, una firma de purificación de aire, en 2021.

Ni Terra se lanzó al mercado ni Aeris pudo hacerse un hueco en un mercado absolutamente capado por Dyson. A la par que iRobot se expandía tanto en entornos profesionales externos como en otros mercados domésticos, la competencia arreciaba.

La caída de iRobot

Irónicamente, una buena parte del fracaso de iRobot tuvo que ver con la innovación tecnológica aplicada a sus dispositivos de limpieza robóticos. Prácticamente desde la década de los 2010, iRobot sorprendía con nuevas funciones en sus Roomba de última generación.

Ejemplos. En 2013, los Roomba Serie 800 incorporaron un sistema de limpieza de alto rendimiento AeroForce y en 2015, los Roomba 980 combinaban navegación visual inteligente, un aumento de potencia y el control mediante una app para móvil.

El iPhone del 2007 estableció la revolución de los smartphones que se consolidaría años después, y iRobot se adelantó ofreciendo funciones acorde como WiFi en el 2017, apps de control e incluso sistemas para que los robots identificaran objetos domésticos para esquivarlos.

El problema es que toda esta innovación conlleva un precio. En 2018, iRobot llega a su momento culmen con el Romba i7, con una estación de vaciado de suciedad y con una plétora de novedades de navegación. El robot, eso sí, costaba 949 dólares, unos 800 euros.

iRobot Roomba i7.

iRobot Roomba i7.

Sí, el iRobot Roomba i7 del 2018 vendió bien y en aquel momento, la firma ostentaba el 88% de la cuota de mercado de robots de limpieza en Estados Unidos, según informó en su día Reuters.

Los competidores hicieron acto de presencia, y la firma china Roborock llegó con fuerza justo en ese año, en 2018, al mercado estadounidense. Junto a Roborock y a otros rivales como Xiaomi, llegaron la pandemia de la COVID-19 y los aranceles de Trump en ese mismo año, 2018.

Toda esta situación configuró un panorama no muy halagüeño para iRobot; mientras la firma se veía obligada a subir los precios para acomodarse a estos problemas, los competidores bajaban sus precios ofreciendo opciones con precios cada vez más agresivos.

Otro factor clave tuvo que ver con las funciones de aspirado y fregado. Una de las grandes novedades de los robots competidores incluía la capacidad de barrer y fregar al mismo tiempo; iRobot tardó mucho en implementar esta novedad.

Roomba i3+

Roomba i3+ iRobot Omicrono

El clavo definitivo en el ataúd, junto a otros tantos no mencionados en este artículo, tuvo lugar en el frustrado acuerdo de compra de Amazon. En 2022, la empresa anunció su plan para comprar iRobot por una cifra nada desdeñable de 1.660 millones.

Los escollos en el proceso de compra, motivados por los organismos antimonopolio que no vieron con buen camino el acuerdo de adquisición, motivaron la cancelación del mismo en enero del 2024. Un proceso de dos años que, tal y como revela The Verge, fue traumático para la empresa.

El cofundador de iRobot y CEO hasta enero del 2024 explicó recientemente a The Verge que efectivamente, había sido la regulación y la burocracia la que acabó con una de las empresas de robots domésticos más importantes.

Fue precisamente este fracaso el que causó la marcha de Angle. El directivo afirma que este período de dos años en los que iRobot luchó por la puesta en marcha del acuerdo fueron la clave para la caída de iRobot.

Roborock S8 MaxV Ultra.

Roborock S8 MaxV Ultra. Manuel Fernández Omicrono

En marzo del 2025, la página de inversión y finanzas de iRobot declaró que la compañía pendía de un hilo, aclarando que la firma robótica perdió cerca de un 50% de sus ingresos en el territorio estadounidense.

Apenas unos meses después, se ha cumplido el peor escenario posible. La caída de un titán que consiguió algo muy complicado; que los usuarios adoptásemos el nombre de Roomba a la hora de hablar de cualquier robot aspirador.