El tocadiscos Hotaru de Audio-Technica
Así es Hotaru, el increíble tocadiscos de Audio-Technica que se ilumina al ritmo de la música y tiene altavoz integrado
La firma japonesa ha presentado en la Semana del Diseño de Milán este espectacular tocadiscos con levitación magnética e iluminación LED.
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En la última década, los tocadiscos han experimentado una notable transformación, fusionando la nostalgia del vinilo con innovaciones tecnológicas para mejorar la experiencia auditiva y estética. Desde mejoras en la conectividad, como el Bluetooth, hasta diseños que reducen las vibraciones y optimizan la calidad sonora, estos dispositivos han evolucionado para satisfacer tanto a audiófilos como a nuevos entusiastas del vinilo, con soluciones tan llamativas (y tan caras) como la creada por Jony Ive, el diseñador del iPhone y del Mac.
En esa misma liga de la exclusividad, el fabricante japonés Audio-Technica ha presentado en la Semana del Diseño de Milán un dispositivo de lo más espectacular llamado Hotaru, que se puede traducir como 'luciérnaga'. Y de eso se trata precisamente, de luz y color, en una edición limitada con sólo 1.000 unidades disponibles que se pueden reservar en la web oficial de Audio-Technica hasta el 30 de mayo. Eso sí, habrá que rascarse el bolsillo, ya que su precio alcanza los 9.999 dólares, 8.795 euros al cambio actual.
La vista y no el oído es el primer sentido que percibe lo especial que es Hotaru. Su estructura superior, que incluye el brazo fonocaptor y el motor de corriente continua, levita sobre la base gracias a unos imanes. Esta suspensión magnética no solo ofrece un efecto visual impresionante, sino que también minimiza las vibraciones, mejorando la precisión en la reproducción de la música.
El tocadiscos Hotaru de Audio-Technica
Construido con un material acrílico translúcido, el plato flotante incorpora un sistema de iluminación interna con tres modos distintos. El modo básico permite elegir entre 20 colores fijos, el modo gradiente realiza transiciones suaves entre las diferentes tonalidades y, por último, el modo enlace permite que la iluminación responda al ritmo de la música, creando una experiencia sensorial envolvente.
La base del tocadiscos, fabricada en aluminio y con pies de latón, alberga un sistema de sonido integrado compuesto por dos altavoces de rango completo de 63,5 mm y dos tweeters. Además, ofrece salida de línea y otra dedicada al subwoofer, permitiendo su integración en sistemas de audio más amplios.
Unir la levitación magnética a la luz y el color es nuevo, pero a la hora de jugar con estos últimos elementos pocos han ido tan lejos como Brian Eno. El músico y productor presentó hace algo más de un año el Turntable II, una edición limitada a 150 unidades de un giradiscos que parece más una obra de arte que un dispositivo electrónico.
Eno, un artista total más conocido por sus aportaciones musicales pero con experiencia también en el arte pictórico y en el diseño, ha construido un plato y una base circular que cambian de color de forma independiente. Así, y sin interrupciones, combinan su aspecto para producir lo que él llama Colorscapes o paisajes de color generativos.

Brian Eno con el Turntable II Omicrono
El dispositivo, que reproduce vinilos a 33 y 45 rpm, va mostrando distintos patrones de luces de forma aleatoria, con fluidez pero muy lentamente. Y "cuando no tiene que hacer nada en particular, como reproducir un disco, es una escultura", en palabras del propio artista.
"En la música utilizo el mismo tipo de procesos generativos que en la pintura, basados en la superposición de ciclos no sincronizados", sostiene Eno. "Varios ciclos de luz superpuestos producirán diferentes equilibrios y mezclas de color, y diferentes formaciones de sombras que evolucionan lentamente y nunca se repiten con exactitud. El proceso es sencillo. Los resultados son complejos".
La Paul Stolper Gallery de Londres, donde Turntable II estuvo expuesto como una obra de arte, explica que las 150 unidades limitadas van acompañadas con la firma del músico y el número de edición, y que para adquirir una de ellas hay que pagar el nada desdeñable precio de 20.000 libras, unos 23.400 euros.