
La bicicleta eléctrica Boon H2 Omicrono
La revolucionaria bicicleta eléctrica que no tendrás que enchufar: un vaso de agua basta para tener 50 km de autonomía
La compañía francesa HubUR ha desarrollado varios modelos y un generador de hidrógeno casero para reinventar la movilidad urbana.
Más información: La innovadora bicicleta eléctrica todoterreno con una autonomía que alcanza los 400 kilómetros
En España, el auge de las bicicletas eléctricas ha transformado la movilidad urbana, permitiendo a los ciudadanos desplazarse de manera eficiente y sostenible sin depender del transporte público o los vehículos de combustión interna. Sin embargo, el mercado ha seguido evolucionando, y con ello, han surgido alternativas que buscan superar las limitaciones de las baterías de iones de litio tradicionales, como la necesidad de largos tiempos de recarga y la rápida degradación con el uso.
En este contexto, la bicicleta eléctrica Boon H2 representa una innovación clave al introducir el hidrógeno como fuente de energía en lugar de las baterías convencionales. Desarrollada por la empresa francesa HubUR, la Boon H2 destaca por su tecnología de celda de combustible, que permite generar energía eléctrica en tiempo real sin necesidad de almacenamiento químico en baterías de litio.
A diferencia de los sistemas convencionales, en los que la energía debe ser cargada previamente en la batería, la Boon H2 produce electricidad al instante mediante la reacción del hidrógeno almacenado en un pequeño depósito. Este proceso ofrece una autonomía de hasta 50 kilómetros por carga, suficiente para la mayoría de los desplazamientos urbanos diarios. Además, el tiempo necesario para recargar el cartucho es de apenas unos minutos, lo que soluciona uno de los mayores inconvenientes de las bicicletas eléctricas convencionales: los prolongados tiempos de carga de las baterías de litio.
Una bici diferente
Uno de los aspectos más innovadores de la Boon H2 es su sistema de generación de hidrógeno doméstico. La bicicleta viene acompañada de un electrolizador de dimensiones compactas (450 x 220 x 440 mm), que permite a los usuarios producir su propio combustible en casa a partir de un vaso de agua purificada. Este dispositivo opera con una corriente eléctrica de 220V y consume 330 W para descomponer el agua en sus componentes básicos, hidrógeno y oxígeno.
"Junto con los paneles solares plug & play, representan la movilidad más ecológica y autónoma disponible, con hidrógeno completamente verde. Sólo necesitas un poco de agua filtrada y energía solar, nada más", señalan desde la empresa en un comunicado de prensa.

La Boon H2 Sport Omicrono
El hidrógeno generado se almacena en cartuchos especiales a baja presión, con un máximo de 10 bar, un nivel de seguridad comparable al de una botella de champán. Este sistema elimina la dependencia de estaciones de servicio específicas y permite a los usuarios gestionar su propia fuente de energía sin mayores complicaciones. Además, los cartuchos no contienen materiales tóxicos y son 100% reciclables
El diseño de la Boon H2 ha sido pensado para ofrecer un equilibrio entre rendimiento, confort y seguridad. Su cuadro está fabricado en aluminio ultraligero, lo que contribuye a mantener el peso total de la bicicleta en unos 25 kg. Sus ruedas de 26 pulgadas permiten una conducción estable y cómoda en distintos tipos de terreno, mientras que el sistema de cambios Shimano Tourney de siete velocidades ofrece versatilidad para adaptarse a las condiciones de la travesía. Además, cuenta con una pantalla LCD integrada en el manillar que proporciona información sobre la autonomía, nivel de asistencia y otros datos útiles para el ciclista.
Desde el punto de vista de la seguridad, el uso de hidrógeno a baja presión reduce considerablemente los riesgos asociados a su almacenamiento y manipulación. Mientras que los vehículos de hidrógeno convencionales suelen utilizar tanques de almacenamiento a altas presiones (de hasta 700 bares), la Boon H2 ha optado por una solución mucho más segura y práctica. Los cartuchos están diseñados para ser fácilmente intercambiables y ofrecen una alternativa sostenible a las baterías de litio, cuyo proceso de producción y reciclaje implica un alto impacto ambiental.
Para adaptarse a distintos tipos de usuarios, HubUR ha desarrollado tres versiones distintas de la Boon H2: Sport, enfocada en aquellos que buscan un rendimiento más elevado y un diseño más agresivo; Design, una versión de corte urbano con acabados elegantes y minimalistas; y Pliable, una bicicleta plegable diseñada para aquellos que necesiten una opción compacta y fácil de transportar.
Esta variedad de modelos permite que la tecnología de hidrógeno pueda ser adoptada por diferentes perfiles de ciclistas, desde entusiastas del deporte hasta profesionales que buscan una solución práctica para sus desplazamientos diarios.
Impacto en la movilidad
El impacto de la Boon H2 en la movilidad urbana podría ser significativo si su adopción se generaliza. Las bicicletas pueden reservarse ya contactando con la compañía a través de su web, aunque todavía no concretan la fecha de entrega y el precio puede echar para atrás a más de uno: el kit de bicicleta y generador de hidrógeno se mueve entre los 4.900 y los 6.300 euros.

Omicrono
Eso sí, el potencial de su tecnología es enorme, ya que no solo reduce la dependencia de combustibles fósiles y baterías contaminantes, sino que también ofrece una solución a los problemas logísticos asociados a la recarga de bicicletas eléctricas.
Con la posibilidad de generar hidrógeno en casa, los usuarios tienen mayor autonomía y flexibilidad, lo que podría fomentar una transición hacia medios de transporte más ecológicos. Además, su éxito no depende, como sí sucede en otros casos, de la aceptación del público y la evolución de la tecnología del hidrógeno, que aún enfrenta importantes retos en cuanto a costes y escalabilidad.
Según los cálculos de HubUR, podría fabricar unas 2.000 unidades en 2025 para uso de particulares, empresas y organismos públicos. De hecho, ya se han producido los primeros encargos a gran escala. En colaboración con un centro de formación de ingenieros, ITII Normandie, se pretende utilizar una flota de bicicletas Boon H2 en el Campus Espacial de Vernon (Francia), sede de empresas del sector aeroespacial como ArianeGroup, Safran (SAE), SKF o Capgemini.