EVGA ha presentado el primer sistema automático de refrigeración con nitrógeno líquido, para los proyectos más extremos.

A estas alturas, la refrigeración líquida ha dejado de ser algo extraño que sólo pueden hacer unos pocos. Es fácil encontrar dispositivos de refrigeración líquida con todo ya montado, desde el bloque al radiador, los tubos y el propio líquido, claro; por un precio razonable, puedes conseguir una refrigeración mejor que con muchos disipadores tradicionales.

El nitrógeno líquido, o LN2, es otra historia; gracias a su punto de ebullición de -195,79 ºC, es el ojito derecho de los aficionados al “overclocking”, que se dedican a aumentar la frecuencia de los procesadores a niveles increíbles, buscando récords.

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Claro, que el nitrógeno líquido puede ser muy peligroso si no tomamos las precauciones necesarias; y no es algo que precisamente pueda hacer el usuario medio. Pero puede que en el futuro, la refrigeración por nitrógeno líquido se convierta en algo tan habitual como la refrigeración líquida lo es ahora.

El primer sistema automático de refrigeración con nitrógeno líquido

Puede que EVGA haya dado el primer paso en esa dirección, con un sistema automático de refrigeración con nitrógeno líquido; a simple vista no parece más que un kit de refrigeración líquida, pero entonces nos damos cuenta de las nubes de condensación que exudan de las piezas.

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El sistema se llama Roboclocker, y ha sido creado por KINGPIN y TiN, dos “overclockeadores” profesionales cansados de tener que echar nitrógeno líquido una y otra vez. Se les ocurrió que podrían crear un circuito semi-cerrado, por el que pasase el nitrógeno líquido de manera automática, en vez de los líquidos refrigerantes habituales.

El resultado es toda una obra de arte; se parece a los sistemas de refrigeración líquida, con (enormes) tubos pasando por bloques en el procesador y tarjeta gráfica. Pero hay algunas diferencias importantes.

Normalmente cuando se usa nitrógeno líquido este se pierde cuando se convierte en gas y se escapa; este sistema incluye un tanque secundario que recoge ese gas, por lo que no es necesario rellenar el tanque principal tantas veces seguidas. Además, el sistema puede variar la cantidad de nitrógeno líquido dependiendo de las temperaturas; y también dependiendo de lo que vayamos a exigir a la máquina.

El Roboclocker no llegará nunca al mercado; pero es un prototipo ciertamente interesante de cara al futuro. Seguro que un producto semejante podría atraer a muchos usuarios al overclocking extremo; claro, que por otra parte, ese mercado no es tan grande como para justificar la producción de un sistema como este. Al menos no por el momento.

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