Se llama Sequent y sus creadores aseguran que es el primer reloj inteligente que no tendrás que cargar jamás.

Los smartwatches siguen llegando al mercado a cuentagotas, aunque no disfrutan del éxito que los fabricantes querrían. Uno de sus puntos de mejora, como ocurre en prácticamente cualquier dispositivo móvil, es la batería.

Por norma general, la batería de los relojes inteligentes es justita, un día o dos para los modelos más potentes y capaces, o más si se trata de un smartwatch más básico. Sequent quiere dejar atrás todos esos inconvenientes con un reloj ‘smart’ de batería infinita.

Cargando el smartwatch con nuestro cuerpo

No es la primera vez que se plantea que nuestro cuerpo sea la fuente de alimentación de los wearables del futuro, ya sea por movimiento o, por ejemplo, aprovechando el calor corporal. Sequent se basa en la misma idea de los relojes automáticos: en el interior del reloj hay un mecanismo que gira con los movimientos del día a día y aprovecha esa energía cinética.

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Dicen que han desarrollado y patentado el primer sistema cinético de autorecarga de baterías, pasando de energía cinética a eléctrica y alimentando el reloj Sequent hasta la eternidad.

La compañía confía tanto en su sistema que no han incluido en el reloj otro método de carga, no hay ningún puerto ni baterías o pilas internas. A nivel de diseño el Sequent recuerda mucho a los Withings, pero en este caso incluye GPS integrado, acelerómetro, sensor óptico para registrar pulsaciones desde la muñeca, seguimiento de la actividad diaria y resistencia al agua.

Se mantiene sincronizado con el smartphone mediante Bluetooth 4.2 y así avisa de notificaciones. Todo ello, de nuevo, sin cargarse jamás, simplemente con los movimientos normales del usuario, como un reloj automático tradicional.

Con GPS, sensor de pulso, notificaciones… y batería infinita

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Este proyecto ha tenido una gran acogida y ya ha conseguido más de la financiación necesaria en KickStarter. De momento se puede seguir comprando desde 172€, una buena rebaja con respecto a los 409€ que costará al llegar al mercado a finales de año.

En este caso el reloj no incluye pantalla, que suele ser el componente que más consume, pero si realmente funciona y el sistema es prometedor, el verdadero salto se dará cuando grandes compañías relojeras desarrollen algo similar, o quizá combinando un sistema cinético con una batería para alargar la autonomía durante unas horas o días más.

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