Microsoft ha presentado Emma, un wearable contra el Parkinson creado con las tecnologías de la compañía.

En el Build 2017, Microsoft se ha centrado en los desarrolladores; en concreto, en cómo sus tecnologías pueden ayudar a crear nuevos productos.

Para demostrarlo ha realizado varias demostraciones de producto, como controlar maquinaria a distancia. Pero hubo una demostración que destacó por encima del resto, por la historia que contaba.

Luchando contra el Parkinson con tecnología

La historia de Emma Lawton es la que sufre el 2% de las personas que sufren los síntomas de la enfermedad del Parkinson antes de los 40 años. Como diseñadora gráfica, eso es algo que cambia la vida y destruye tus pasiones.

Haiyan Zhang, del centro de investigación de Microsoft en Cambridge, es la otra mitad de la historia. Como por el momento el Parkinson es incurable, las investigaciones se han centrado en luchar contra los síntomas con todo tipo de medicamentos; la idea de Zhang era diferente, era usar la tecnología.

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Su idea era contrarrestar los movimientos involuntarios provocados por la enfermedad con movimientos contrarios. El primer prototipo que creó no era precisamente “wearable”, pero la idea estaba clara: usar pequeños motores que vibrasen contrarrestando los temblores detectados por los sensores.

Un wearable contra el Parkinson que contrarresta los temblores

Meses de desarrollo después, y nació Emma, un wearable nombrado así en honor de la persona que lo iba a llevar. El tamaño no es mayor que el de un smartwatch cualquiera, pero es capaz de contrarrestar los síntomas del Parkinson.

La sensación, aparentemente, es extraña. Emma Lawton ve cómo su mano está vibrando, pero no lo nota; en vez de eso, puede usar la mano como antes, escribiendo su propio nombre sin muchos problemas aparentes.

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Según Zhang, probablemente lo que está pasando es que, como el cerebro deja de notar que la mano se está moviendo, deja de intentar corregir su posición. De esta manera se rompe el “bucle” en el que entra el cerebro, y que evita el uso normal de la mano.

El desarrollo incluso puede ayudar a entender mejor cómo afecta el Parkinson a los pacientes.