Hay quienes son controlados mediante el pelo, como es el caso de Linguini en Ratatouille, y hay quienes permiten controlar el móvil con el pelo.

Los ‘smartphones’ se encuentran en constante cambio. Forman parte de un mercado muy dinámico y las innovaciones que sufran serán el factor clave que condicione su triunfo o, por el contrario, los condene al fracaso. Ahora, desde NewScientist, nos presentan la primera toma de contacto de un sistema para controlar ciertas acciones del móvil mediante el pelo.

Suena a ciencia ficción y, sin duda, se nos ha planteado muchas veces así… ¡Hasta en las películas de Pixar! Sin embargo, pese a todo prejuicio existente, parece ser un proyecto sólido e incluso, quién sabe, rentable. Se llama Hairware y ha sido presentado por su creadora, Katia Vega, en la IIU 2015; una conferencia de interfaz de usuario celebrada la semana pasada en Atlanta.

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La tecnología detrás de controlar el móvil con el pelo

La capacidad del cabello para almacenar carga eléctrica cambia cuando se toca y esto puede ser empleado para ejecutar las distintas acciones preconfiguradas. Ese ha sido el campo en el que se ha centrado Katia Vega con este proyecto; la cual, por cierto, presentó ya en 2013 un maquillaje con el cual hacer despegar un dron mediante el parpadeo.

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Un microcontrolador Arduino y una radio bluetooth en una horquilla de pelo proporcionan la capacidad de procesamiento y la conectividad del sistema, con un algoritmo de aprendizaje que asocia toques con acciones; se puede activar discretamente tocándolo un número determinado de veces.

El resultado es un control de aplicaciones, que supone “una mezcla entre la magia y James Bond”, afirma Vega. Espera comercializar la tecnología, para usos en la seguridad personal; así como para agencias de inteligencia que quieran ejecutar aplicaciones sin que nadie se de cuenta.

El futuro de esta tecnología

Hairware

Katia Vega ha diseñado su creación para que sean mujeres las que lo utilicen; pues son las que normalmente se llevan la mano a la cabeza. Sin embargo, parece que no pretende conformarse con eso. Todo lo contrario. La licenciada por la Universidad Pontificia Católica de Río de Janeiro preveé una ‘adaptación’ a la rama ‘wearable’ masculina.

La joven promesa está ideando la forma para implantar esta tecnología en las barbas. “Todavía tengo que averiguar el diseño”, dice ella. “Podría implicar la conexión de un conductor de la barba a un clip oculto en la parte posterior de un cuello de la camisa. Nuestro próximo paso es entender el comportamiento masculino y cómo se relacionan con sus barbas.”

Hairware podría tener otros usos, defiende Wendy Ju, jefe de diseño de interacción en la Universidad de Stanford en California. “Estoy más interesante en la información latente o implícita que podrían obtener estas tecnologías, en lugar de su uso para la comunicación ‘secreta'”.  El tiempo dirá.