Vivimos en un mundo de constante revolución tecnológica. Desde la segunda mitad del siglo XX, con la invención del transistor hasta ahora, la ciencia ficción empieza a ser más ciencia y menos ficción. Os hemos hablado desde minería en la Luna, hasta ilustradores y armas increíbles.

Ahora, un grupo de científicos ha creado un rayo capaz de tirar de objetos un billón de veces más fuerte y a una distancia de un millón de veces mayor que los diseños actuales.

Los “rayos tractores” son un invento de la ciencia ficción que aparecieron por primera vez en Star Wars y Star Trek, cuyo término fue acuñado por el autor “Doc” Smith en 1931.

A nivel microscópico se ha conseguido atraer objetos mediante ondas de luz y sonido, como es el caso de la “pinza óptica”, con la que se llegan a mover células.

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Pero ahora, un grupo escocés de ingenieros acústicos han logrado tracción a un nivel visible, a una escala de unos pocos centímetros. Una potencia enorme en comparación con las anteriores.

¿Cómo funciona?

El dispositivo es una matriz cuadrada de millones de emisores de ultrasonido situados en un recipiente con agua. En principio, se ha experimentado con objetos triangulares huecos.

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Para tirar de estos objetos, los emisores generan una zona de baja presión enfrente de ellos. Estos deberían disponerse lo suficientemente separados para que, al chocar entre sí, reboten en la parte de atrás del objetivo. Así, si el conjunto de emisores se encontrara enfrente del objeto triangular, las ondas rebotarían en sus lados inclinados con una fuerza de unos pocos milinewtons.

Por tanto, en el caso de que el objeto en cuestión no tuviera parte de atrás, como un alfiler mirando hacia los emisores o una tabla igual dispuesta, no podría ser atraída por estos rayos tractores.

¿Qué utilidad tiene esto?

No os hacéis una idea de la importancia del asunto. Agitando un conjunto de células, podemos determinar si son cancerosas o por el contrario son sanas. Igualmente, se piensa en la eliminación de cálculos riñonales y operaciones similares sin necesidad de cortar al paciente. La medicina se vería francamente beneficiada.

Cáncer

Por supuesto, también tiene aplicaciones más futurísticas similares a las vistas en ciencia ficción. Con la tecnología en la que se basan estos rayos pueden mantenerse objetos en suspensión y girarlos. Imagina conseguir hologramas manipulables físicamente. La idea es genial, ahora sólo queda que madure y, como muchas otras, llegue a nuestro día a día.

Fuente | Popularmechanics