Si hay un arma reconocible por todo el mundo, esa es el AK-47, conocida simplemente como Kalashnikov, por el nombre de su creador, Mihail Kalashnikov. Creada poco después de la Segunda Guerra Mundial y en pleno inicio de la Guerra Fría, el uso del AK-47 se expandió mas allá de la Unión Soviética y acabó como el arma preferida de una buena parte de países, milicianos, guerrillas y en general todo el que quisiera disparar un arma de manera barata y lo suficientemente efectiva. Hoy Mihail Kalashnikov muere, dejando atrás todo un símbolo del siglo XX que lamentablemente sigue vigente en ese siglo XXI.

Creada pensando en los soldados

Después de ser herido en el hombro durante la Segunda Guerra Mundial, Kalashnikov escuchó muchas historias y quejas de compañeros soldados, que veían muy difícil la lucha contra Alemania con los rifles que estaban obligados a usar. Fue entonces cuando decidió cambiar la manera en la que ayudaba al país, y en vez de disparar armas contra el enemigo decidió diseñarlas. Después de unos primeros diseños que llamaron la atención de los oficiales, inició el desarrollo del AK-47 cuando ya se entraba en el último año de guerra mundial. Para cuando finalmente el primer rifle empezó la producción, el enemigo había cambiado y la guerra ya no era la misma, pero eso no evitó que su popularidad aumentase espectacularmente.

Mikhail Kalashnikov

Y es que el AK-47 tenía todas las propiedades que buscaba un soldado, entre ellas la facilidad de uso, la ligereza y la fiabilidad. El rifle no era innovador en ninguno de sus aspectos, ya que básicamente consistía en una selección de propiedades encontradas en otras armas de la época; pero era el único que las conjugaba de manera maestra. El diseño no tardó mucho en cruzar fronteras, sobre todo a países aliados o amigos que buscaban armas para una nueva era post-2GM.

Exportado a todo el mundo

Mozambique

Pronto, no fueron solo los países comunistas o afines los que usaban el arma, ya que la gran producción supuso además un efecto secundario: era un rifle mas barato que la competencia, por lo que países de Oriente Medio y África lo adoptaron al momento. No en vano, incluso hay países como Mozambique que lo tienen en su bandera como símbolo de resistencia y rebelión.

ak-47-2

La muerte de Kalashnikov no conlleva de ningún modo la muerte de su invento; de hecho, hoy por hoy sigue siendo el arma reglamentaria de muchos países y es objeto común de tráfico ilegal. El suyo es un nombre que pasará a la Historia, odiado por muchos, pero amado por otros que vieron su invención como la herramienta perfecta para luchar por su ideal.

Fuente | RT