
Cohete Falcon 9 con nave Dragon en la misión CRS-32
SpaceX lanza con éxito la misión ACES de la Agencia Espacial Europea: los dos relojes atómicos ya van rumbo a la ISS
La compañía espacial de Elon Musk se ha encargado de esta misión de reasbastecimiento a la Estación Espacial a bordo de una nave Dragon.
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Un cohete Falcon 9 de SpaceX ha sido el encargado de lanzar ACES cuando el reloj marcaba las 10:15 horas en España peninsular. Se trata de uno de los programas más ambiciosos e interdisciplinarios de la Agencia Espacial Europea que tiene como objetivo medir el tiempo en órbita para profundizar en la teoría de la relatividad de Einstein.
Todo el conjunto experimental ACES (Conjunto de Relojes Atómicos en el Espacio, de sus siglas en inglés) se encuentra ahora mismo viajando rumbo a la ISS, donde se estima que recale mañana, a bordo de una nave Dragon y como parte de la Misión de Reabastecimiento Comercial número 32. Este viaje, que se realiza sin tripulación, la NASA y la ESA se encargan de llevar herramientas, instrumentos, víveres y experimentos para los astronautas.
Cuando el ACES llegue a la ISS, un brazo robótico colocará el conjunto de experimentación en el módulo Columbus, donde permanecerá durante, al menos, 30 meses recolectando datos científicos.

Instrumentos de ACES listos para montarse a bordo de la nave Dragon de SpaceX
Se espera que el sistema pueda registrar datos de forma continuada en 10 sesiones de 25 días seguidos cada una de ellas, proporcionando un total de 250 días completos de información valiosísima para los científicos. El ACES se operará desde Europa empleando instalaciones ubicadas en Toulouse (Francia) y Múnich (Alemania), aunque su ciencia trascenderá de las fronteras del Viejo Continente.
La señal de ACES se transmitirá a una red de relojes terrestres mediante dos enlaces: uno de microondas y otro óptico. Las terminales terrestres se ubican en Reino Unido, Estados Unidos y Japón, con las que se intercambiará información horaria y se compensarán al mismo tiempo los efectos de la atmósfera y las duras condiciones del espacio.
Programa complejo
Según la teoría de la relatividad general de Einstein, la gravedad afecta a cómo pasa el tiempo, incluso se ha llegado a demostrar con experimentos en la Tierra. En ellos, los científicos lograron identificar que el tiempo pasa más rápido en la cima de una montaña que a nivel del mar.
Partiendo de esa premisa, ACES quiere llevar más allá este tipo de demostraciones científicas realizando mediciones precisas en la Estación Espacial Internacional mientras orbita a unos 400 kilómetros de la superficie del planeta. "Los datos recopilados por ACES ofrecerán a los científicos nuevos conocimientos sobre la relación entre la gravedad y el tiempo, avanzando en nuestra comprensión de las leyes fundamentales de la física", tal y como explican desde la ESA, para luego trasladarlo a sistemas como el GPS.

Reloj PHARAO de ACES en su proceso de integración
"ACES surgió como un concepto en la década de 1990 y la ESA se involucró alrededor de 1997", ha contado Simon Weinberg, director del proyecto ACES en la Agencia Espacial Europea, en una rueda de prensa. "Ha sido un largo camino para todos nosotros, han pasado unos 32 años desde que se presentó el concepto por primera vez".
"Se trata de un proyecto tecnológicamente muy complejo, que consiste en pasar del concepto de un nuevo reloj atómico y llevarlo a la órbita", ha explicado. El sistema, compuesto por dos relojes, se colocará en el laboratorio Columbus que tiene la ESA en la Estación Espacial Internacional. "Se convertirá en la joya de la corona, no sólo por desde la perspectiva tecnológica, también por su ambición científica", ha apuntado en esta ocasión un portavoz de la ESA.
El programa ACES incluye dos relojes de última generación: PHARAO (Proyecto de Reloj Atómico de Enfriamiento de Átomos en Órbita, en su traducción de sus siglas en francés) y SHM (Máser de Hidrógeno Espacial).
El primero es un reloj atómico de cesio desarrollado por la agencia espacial francesa CNES. "Utiliza láseres para enfriar átomos de cesio cerca del cero absoluto", unos 273 grados Celsius bajo cero. A esta temperatura, permite "mediciones de tiempo y frecuencia extremadamente precisas", explican desde la ESA.
Por su parte, el SHM es un máser —un amplificador de microondas— de hidrógeno activo, un dispositivo que utiliza átomos de hidrógeno para medir la hora. Lo ha fabricado Safran Time Technologies en Suiza y utiliza ese elemento químico como referencia de frecuencia atómica. Su funcionamiento es similar al de los máseres pasivos que se emplean actualmente a bordo de los satélites Galileo, los componentes de la constelación de geoposicionamiento europea, sólo que han conseguido que sea hasta 10 veces más estable.
Una vez en órbita, el sistema ACES combinará la "excelente estabilidad del SHM durante una hora con la estabilidad y precisión a largo plazo del PHARAO". Tal y como indican desde la ESA, la conjunción de "estos relojes proporcionan una precisión de un segundo durante 300 millones de años".