
UGV con lanzacohetes
Así es Rogue-Fire, el nuevo dron terrestre de los Marines de EEUU: puede lanzar cohetes guiados a 150 km de distancia
La estadounidense Oshkosh Defense ha presentado su nuevo UGV equipado con un sistema lanzacohetes HIMARS, uno de los más efectivos del mundo.
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Tras demostrar ser decisivos en su formato aéreo, lo drones terrestres van asumiendo algunas de las tareas que antes se realizaban con plataformas tripuladas. Si bien en España este tipo de vehículos carecen de una gran importancia en las Fuerzas Armadas, otros países como Estados Unidos apuestan firmemente por ellos al mismo tiempo que reducen el riesgo de los militares.
Hasta ahora, estos UGV (como se denominan a los vehículos terrestres no tripulados) se habían limitado a cuestiones logísticas o de transporte sanitario en el campo de batalla, pero su uso como lanzacohetes no es tan común. La compañía estadounidense Oshkosh Defense ha presentado la integración de uno de sus UGV junto con el HIMARS, uno de los sistemas de artillería más importantes del mundo.
El vehículo, denominado ROGUE-Fire, está diseñado para poder acoger a todo tipo de "cargas útiles esenciales para la misión", aseguran en un comunicado. Como por ejemplo, fuego de precisión de largo alcance o reabastecimiento autónomo, además de todas operaciones logísticas propias de este tipo de plataformas.
Dron terrestre lanzacohetes
El ROGUE-Fire, que fue diseñado originalmente para servir en operaciones de lanzamiento de misiles antiembarcación, ha sido convenientemente modificado por Oshkosh Defense para poder ir desempeñando cada vez más misiones en el campo de batalla. Uno de los pilares más importantes sobre el que se asienta el vehículo es el chasis, que permite un sistema de propulsión híbrido que proporciona algunas cualidades clave.
Además de una mayor autonomía al reducir el consumo de combustible, la planta motriz también proporciona movilidad silenciosa con la que realizar tareas de vigilancia. La plataforma aprovecha también la generación de electricidad del sistema híbrido para poder dar energía a las cargas de pago que se añadan.

Todoterreno ROGUE-Fire durante unas maniobras
En lo relativo al armamento, se trata de la compatibilización de la familia de municiones MLRS (Multiple Launch Rocket System, o Sistema de Lanzacohetes Múltiple) donde se incluyen los cohetes guiados que protagonizan el sistema de ataque superficie-superficie HIMARS mencionado antes.
Dentro de esta familia de municiones se encuentra una larga lista de modelos y variantes muy diferentes. Desde unas con un alcance de 70 kilómetros a otras más avanzadas que pueden dar en el blanco tras recorrer 150 kilómetros. Según los últimos datos del fabricante de la munición, han conseguido una tasa de acierto superior al 98% en más de 60.000 cohetes que se han fabricado hasta ahora.
"A medida que el campo de batalla continúa evolucionando, estamos aprovechando las maduras y probadas familias de vehículos Oshkosh para diseñar plataformas autónomas independientes de la carga útil", ha afirmado Patt Williams, CEO de Oshkosh Defense. "Brindan una flexibilidad inigualable, lo que permite a las fuerzas superar las amenazas emergentes y mantener el dominio operativo".
El JLTV en el que se basa el nuevo vehículo autónomo parte de un todoterreno militar con un aspecto y funcionamiento tradicional que necesita tripulación. Se trata de un blindado enfocado a la movilidad en los terrenos más complejos que puede llevar todo tipo de sistemas a bordo, como torretas de armas de mediano calibre.
Existen varios temas esenciales que no aclara la compañía. El primero es cómo se ha realizado la conversión de vehículo tripulado a UGV y la forma que tendrán los operadores remotos de interactuar con la plataforma, algo crítico. Tampoco se conoce a qué distancia se puede manejar o, incluso, el grado de autonomía que pueden llegar a tener las unidades desplegadas.
Los HIMARS tradicionales —los que se integran abordo de camiones tripulados— cuentan con el sistema de control de disparo integrado en el propio vehículo. Dado que el todoterreno autónomo de Oshkosh no cuenta con este equipamiento, la orden de fuego deberá darse de forma remota. Lo mismo ocurre con la maniobra de recarga de la munición tras el disparo, en la que el UGV tendrá que regresar a la base para hacerlo manualmente.

Parte trasera del vehículo
Oshkosh Defense cuenta un programa vigente con el Cuerpo de Marines de Estados Unidos para impulsar la integración del sistema de conducción autónoma de la compañía Forterra en los vehículos y transformarlos en UGV, aunque se desconocen las especificaciones. "La integración tiene como objetivo hacer que la plataforma vaya más allá de los modos remoto y de líder-seguidos para incluir capacidades de conducción autónoma", señalan desde Army Recognition.
Según Forterra, este proyecto es el primer contrato de producción del Pentágono dirigido específicamente a la autonomía de vehículos terrestres. Se espera que las primeras entregas de vehículos ocurran este mismo 2025 y continúen en 2026. En concreto, el Cuerpo de Marines espera desplegar 48 de estos ROGUE-Fire a partir del próximo junio.
Perro robot armado
Otro formato muy diferente es el del perro robot. Ha sido uno de los modelos de plataforma que más atención ha recibido por parte de la industria de la robótica en general y de la militar en particular. Gracias a ello, se han creado multitud de modelos dedicados a tareas tan específicas como la de acompañar a los soldados en escenarios urbanos.
Hace unos meses, el Ejército de Estados Unidos probó el Vision 60 de Ghost Robotics, un perro robot equipado con un rifle en unas maniobras con fuego real. Pesa 51 kilos, puede operar en temperaturas de entre -45 y 55 ºC y puede alcanzar los 3 metros por segundo de velocidad. En cuanto a la autonomía, su batería le permite recorrer una distancia máxima de 10 kilómetros y tiene una duración de 3 horas.

Vision 60 equipado con su torreta. Omicrono
Es capaz de transportar hasta 10 kilos de carga útil, lo que lo hace muy versátil. Si sus patas se bloquean por las condiciones del terreno, utiliza sus sensores para salir del problema y seguir adelante, levantándose y prosiguiendo la marcha prácticamente de inmediato.
Por otro lado, la variante denominada Q-UGV es la que incluye, en la parte superior, una pequeña torreta con un rifle AR-15 integrado. El arma dispone de un sistema de puntería electroóptico con una lente de gran alcance, presumiblemente para dar al operario visión térmica o infrarroja. Incluso monta una cámara al estilo GoPro en la parte trasera.