
Cabina A320 en plena aproximación
Por qué "es un atentado contra la seguridad aérea" que Europa quiera sustituir a pilotos por una IA en aviones comerciales
Un proyecto quiere acabar con las parejas de pilotos comerciales en favor de sistemas con IA que puedan sustituirles en cabina durante el vuelo.
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Desde la desaparición del ingeniero de vuelo en los aviones fabricados a partir de los años 80, la figura de los dos pilotos a bordo se había mantenido en un riguroso equilibrio para garantizar la seguridad del vuelo y sus ocupantes. Sin embargo, con el impulso de la inteligencia artificial, la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA) —en la que se integra España— está estudiando la posibilidad de que un solo piloto se encargue de toda la operación.
Lo hace bajo el proyecto de Operaciones con Tripulación Mínima Extendida - Operaciones con un Solo Piloto (eMCO-SiPO, de sus siglas en inglés) que lleva años estudiando cómo afectaría la seguridad en vuelo la retirada de uno de los dos pilotos de la cabina.
El primer concepto planteado por la Agencia es el eMCO, "donde se permiten operaciones con un sólo piloto durante la fase de crucero del vuelo, con un nivel de seguridad equivalente a las operaciones actuales con dos pilotos". En esta fase primigenia, el avión y el único piloto a los mandos se apoyarían en asistencia en tierra o en sistemas a bordo especialmente diseñados para aliviar la carga de trabajo.

Cabina de avión
El eMCO es, según la propia EASA, "relevante para grandes aviones empleados en operaciones comerciales, para los que actualmente se requieren no menos de dos miembros de la tripulación en vuelo".
El siguiente escenario que plantean desde la Agencia Europea de Seguridad Aérea es el SiPO. "Donde, en una etapa posterior, podrían permitirse operaciones de un solo piloto de extremo a extremo", señalan, haciendo referencia a trayectos desde origen a destino. "Ofreciendo, al menos, un nivel de seguridad equivalente a las operaciones actuales de dos pilotos siempre que se disponga de medios de compensación". Estos medios, apuntan, son una asistencia en tierra más avanzada, un diseño de cabina con medios de alivio de trabajo y la capacidad para hacer frente a la incapacitación del único piloto a bordo.
"Los continuos avances tecnológicos, así como el desarrollo de aeronaves autónomas no tripuladas [... y las consiguientes necesidades de la industria de la aviación son razones para explorar la viabilidad técnica y regulatoria para reducir aún más el número de pilotos a bordo de aeronaves de transporte aéreo comercial", señalan desde la EASA.
"En un principio, la EASA iba a decidirse sobre si aceptar o no esta tecnología en el 2027 y comenzar a probarla en 2030", ha señalado Jorge Martínez Gray, piloto con 25 años de experiencia y secretario del Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas (SEPLA), a EL ESPAÑOL-Omicrono. Sin embargo, "actualmente la fecha de la decisión está estipulada en 2030" y no se conoce cuándo comenzarían los ensayos.
"Un atentado contra la seguridad"
Todos estos proyectos para reducir a uno el número de pilotos a bordo de cada aeronave están muy ligados con el auge de la inteligencia artificial y el desarrollo de algunos programas por parte de los fabricantes de las aeronaves. La incursión de la IA para esta tarea "es un atentado contra la seguridad de los pasajeros", apunta Martínez Gray.
"La IA la entendemos como una ayuda, no como una sustitución de las personas", apunta el piloto. Entre las tareas que puede tomar en la actualidad está la mejor planificación de rutas para ahorrar tiempo y combustible o la de proveer de información a los tripulantes en caso de tener que consultar el manual de la aeronave, por ejemplo.
Sin embargo, "tal y como conocemos a las IA en la actualidad, carece de cualquier tipo de intuición ni de conciencia situacional". Tan solo se basa en los conocimientos con los que ha sido programada y alimentada. "Debería estar al servicio de los pilotos y no en sustitución de ellos".
"Desde hace décadas, la seguridad aérea ha estado basada en la redundancia con dos motores, dos o tres sistemas hidráulicos y también dos pilotos". Es ahí donde, Martínez Gray ve que "atenta en mayor medida contra la seguridad" y apunta a que lo que se quiere hacer no cuenta con ningún estudio que respalde a esta tecnología. "Profesionalmente y técnicamente sabemos que no va a aumentar la seguridad".

Ingeniero de vuelo, el tercer tripulante de los aviones comerciales que se ha perdido
La aviación comercial ha llevado la seguridad por bandera desde sus inicios, gracias a lo cual ha conseguido ser el medio de transporte más seguro de todo el mundo. Debido a eso, la incorporación de nuevas tecnologías en los aviones se lleva a cabo de una forma muy escalonada y sin ninguna urgencia. "No se admite que ningún sistema nuevo ni ninguna innovación se ponga en marcha si no aumenta la seguridad de vuelo, es un parámetro a nivel mundial".
La inteligencia artificial tal y como se quiere instalar en la aviación "es un peligro para la seguridad", recalca. "Por muchos algoritmos que se quieran programar para la IA, hay situaciones que ni siquiera se plantean que van a ocurrir".
"Si tienes a una persona entrenada y formada como aviador dentro de una cabina, tienes un instinto y una capacidad de reacción frente a cualquier escenario que se plantee que una inteligencia artificial no puede tener porque está basada en hechos que ya han pasado".
"Nosotros fabricamos una intuición y tenemos una conciencia situacional global que una IA no va a poder tener por muchos sensores que tenga", afirma Martínez Gray. "No tienen criterio aeronáutico ni de aviación hoy por hoy".

San Javier (Murcia)
La incorporación de la IA en el día a día de los tripulantes de aviación puede ayudar, según el experto, en otras áreas clave alejadas de la sustitución de un piloto en la cabina. Más allá de la planificación de los trayectos, puede servir para evitar la fatiga de las tripulaciones, en la gestión y la eficiencia del vuelo sea la máxima posible o, incluso, proporcionar información sobre los posibles aeropuertos alternativos en rutas de largo recorrido.
El avión del Hudson, imposible con IA
Uno de los casos de perfecta coordinación entre dos pilotos ocurrió en el vuelo 1549 de US Airways del 15 de enero del año 2009. El comandante Chesley "Sully" Sullenberger y su copiloto Jeffrey Skiles se enfrentaron a un fallo técnico que les dejó sin empuje en ninguno de los dos motores y tuvieron que ejecutar un amerizaje en el río Hudson.

Vuelo US Airways 1549
Milagrosamente, todos los ocupantes de la aeronave salieron vivos del accidente y se registraron nada más de 78 heridos leves. El Airbus A320 de la compañía quedó inutilizado, pero la tripulación demostró que la pericia y la conciencia situacional son dos elementos clave.
"Este es el ejemplo perfecto, porque una IA jamás habría amerizado nunca en el río Hudson", señala Martínez Gray, ni habría sido capaz, seguramente, del exitoso desenlace. Las situaciones extremas como las que tuvo que enfrentar la tripulación del vuelo 1549 son prácticamente imposibles de programar para que la IA tome los mandos debido a la casi infinita cantidad de variables a tener en cuenta y a la toma de decisiones críticas.
Sully "tenía otro piloto a su lado que le acompañó en este procedimiento y que sin él no hubiera sido posible", explica Martínez Gray. "Él mismo lo cuenta y, de haber ido solo, es muy posible que la decisión hubiera sido más precipitada y menos coordinada."
"Ese es un ejemplo muy claro, pero hay muchísimos casos que se producen continuamente en los que esa redundancia y esa coordinación entre los dos pilotos es la que lleva a que los pasajeros no se enteren de ningún problema a bordo".