
La NTSB recupera el Black Hawk accidentado con una grúa.
La perturbadora teoría sobre la trágica colisión entre un avión comercial y un helicóptero militar en Washington DC
Un informe sugiere que la tripulación del Black Hawk podría no haber recibido mensajes cruciales del control de tráfico aéreo que habrían evitado la colisión.
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Han pasado ya varias semanas desde el terrible accidente aéreo de Washington DC (Estados Unidos). El jueves 30 de enero, en la madrugada en España, un avión comercial con 64 pasajeros de la aerolínea regional American Eagle se estrelló contra un helicóptero militar Black Hack sobre el río Potomac, en las proximidades del Aeropuerto Nacional Ronald Reagan. Un impacto en el que no hubo supervivientes, como confirmó Donald Trump, presidente de EEUU, y del que ahora, tras varias teorías, al fin se conoce algo de información sobre lo que pudo suceder.
Un reciente informe proporcionado por la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB, por sus siglas en inglés) ha arrojado algo de luz sobre este trágico accidente. El organismo, que investiga todos los accidentes de aviación y otros medios de transporte en Estados Unidos y hace recomendaciones de seguridad para prevenirlos en el futuro, sugiere que la tripulación del Black Hawk podría no haber recibido mensajes cruciales del control de tráfico aéreo (ATC, por sus siglas en inglés).
Son mensajes que podrían haber evitado la fatal colisión. Jennifer Homendy, presidenta de la NTSB, ha revelado en una rueda de prensa sobre la investigación en curso que los resultados preliminares de la investigación indican que la cabina del helicóptero militar podría haber proporcionado información inexacta sobre la altitud. Los datos preliminares han mostrado que, mientras el piloto del Black Hawk afirmaba estar volando a 300 pies (91 metros), el piloto instructor informaba de una altitud de 400 pies (121 metros).
Vídeo | Un avión con 64 personas a bordo choca contra un helicóptero militar en Washington D.C.
La investigación in situ ya ha terminado, pero el organismo planea realizar nuevos análisis en laboratorio. El accidente de Washington DC es uno de los peores que han surgido en los últimos años. En él, fallecieron tanto los 64 pasajeros del avión como los tres miembros de la tripulación del helicóptero militar. Además, la aeronave comercial se partió en tres partes tras el impacto y finalmente terminó boca abajo en el río Potomac.
Homendy ha señalado igualmente que no se han encontrado pruebas que sugieran que la tripulación del Black Hawk fuera consciente de la inminente colisión en los segundos previos al impacto. Una de las hipótesis que se bajara es que los pilotos del helicóptero podrían haber estado usando gafas de visión nocturna durante todo el vuelo de comprobación, que estaba especialmente enfocado a probar su competencia con este equipo.
Si se hubieran quitado las gafas, el protocolo exigiría una conversación sobre la transición al vuelo sin ayuda, algo que no se aprecia en las grabaciones, como indican desde el medio Interesting Engineering. Ahora, y con el objetivo de sacar información más clara al respecto, la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte tiene previsto llevar a cabo un estudio de visibilidad que ayudaría a determinar lo que la tripulación del helicóptero militar Black Hawk podría haber visto o no mientras usaban las gafas de visión nocturna justo antes del impacto con el avión comercial.
La investigación sugiere igualmente que estos podrían no haber recibido completamente los mensajes del control de tráfico aéreo. Dos minutos antes del terrible accidente, una transmisión de la torre de control informó al helicóptero sobre una aeronave que volaba en círculos. Sin embargo, los investigadores han observado que el detalle concreto del avión "dando vueltas" no quedó registrado en la grabación de voz del Black Hawk. Unos segundos después, la tripulación aseguró que tenía el tráfico a la vista y poco antes de la colisión el ATC preguntó si podían ver el avión, pero los mensajes no habrían llegado.