El empleo de drones para las misiones navales de la Armada es cada vez más habitual. El motivo principal va ligado a las grandes innovaciones tecnológicas que ya permiten diseñar aeronaves con altas capacidades en un entorno tan complejo como el marítimo y operar desde cualquier tipo de cubierta. Uno de los mejores ejemplos de este avance es la plataforma aérea solar M5D AirFox que la rama naval de las Fuerzas Armadas de España se encuentra probando desde el buque cazaminas Tajo.

Hace justo un año, la propia Armada cerró la adquisición de tres unidades del AirFox por un millón de euros. "Supone la culminación de los ejercicios tanto nacionales como internacionales que el sistema UAV [Vehículo Aéreo No Tripulado, en inglés] marítimo está llevando a cabo con la Armada desde 2021 y que fase a fase está superando con éxito", tal y como explicó Marine Instruments, la compañía viguesa que fabrica los drones, en el momento de la adquisición.

Según informaron, la entrega se llevaría a cabo en dos tandas. El primer par de unidades se proporcionaron a la rama naval española en diciembre mientras que la tercera hizo lo propio a lo largo del presente 2023. Cada uno de los sistemas, compuesto por una única aeronave, radioenlace y estación de control, sirven dentro de la Fuerza de Medidas Contra Minas de la Armada (MCM).

Su misión es "vigilar el mar y la costa, ya que las minas navales continúan siendo un arma letal y de bajo coste capaces de colapsar el tráfico marítimo y, por ende, el terrestre". El MCM, según indican desde Marine Instruments, no contaba hasta la puesta en servicio del AirFox con herramientas de apoyo aéreo propias con el fin de disponer de una zona libre para el tránsito y posterior desembarco. "De ahí su interés por este tipo de soluciones tecnológicas basadas en aeronaves no tripuladas".

Dron solar gallego

El M5D AirFox es una aeronave no tripulada de propulsión solar especialmente desarrollara para llevar a cabo misiones ISR (Inteligencia, Vigilancia y Reconocimiento, de sus siglas en inglés) en el entorno naval. Al ser independiente de cualquier suministro energético externo —como un combustible o conexión a la corriente eléctrica—, se convierte en una plataforma ideal para su despliegue desde diferentes tipos de embarcaciones que prescindan de costosas modificaciones o adaptaciones.

Personal de Marine Instruments junto con el AirFox en la cubierta de un barco Marine Instruments

Uno de los aspectos en los que Marine Instruments más ha trabajado es en la autonomía. El dron es capaz de mantenerse en el aire hasta 10 horas en condiciones de insolación y, a mayores, cuenta con una batería interna que le otorga otra hora y media. Cuenta con un sistema de lanzamiento a través de una catapulta que se acondiciona cerca de la borda del barco o bien a mano, mientras que se recoge con una red.

El radioenlace que comunica la estación de control con el dron tiene un alcance de 29 kilómetros y su motor eléctrico le proporciona una velocidad máxima de 83 km/h y una de crucero de 55 km/h. En cuanto a la carga de pago, la versión suministrada a la Armada española dispone de una cámara FullHD.

En lo relativo a las dimensiones, tiene una longitud de menos de un metro y una envergadura alar de 2,5 metros. Desde la compañía también destacan que tiene "operativa sencilla y está dotado de un elevado grado de automatización" que le permiten "asumir con gran eficacia operaciones militares de vigilancia, seguimiento y detección de blancos y objetivos". 

El AirFox ha participado dentro del programa Rapaz impulsado por la Dirección General de Armamento y Material (DGAM) del Ministerio de Defensa. Completó las dos primeras pruebas en 2022 y se encuentra actualmente en el tercer periodo de evaluación. "Mediante este programa se han acometido diversas mejoras del producto, así como varias campañas de vuelo tanto a bordo de buques de la Armada como en la escuela de drones del Ejército del Aire y del Espacio situada en la Base Aérea de Matacán (Salamanca)".

También ha participado en otras maniobras de prueba operando desde el Buque de Acción Marítima Audaz de la propia Armada integrándolo con el sistema de combate a bordo de la embarcación. En cuanto a su proyección internacional, en 2022 participó en un ejercicio de la OTAN por invitación directa de la Navy de Estados Unidos donde se trasladó hasta el Mar Rojo. En la rama civil, Marine Instruments firmó un contrato de vigilancia costera con el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación "para la detección de la pesca ilegal con una duración de dos años".

Cazaminas Tajo

El cazaminas Tajo en el que se está probando AirFox pertenece a la clase de buques Segura, un desarrollo que comenzó en los años 90 con la construcción la primera unidad que da nombre a la familia de embarcaciones. El programa sirvió para reemplazar a los cazaminas y se llevó a cabo en los astilleros de Izar —posteriormente Navantia— en Cartagena.

Buque cazaminas Tajo Ministerio de Defensa

El primer encargo consistió en cuatro cazaminas y más tarde se encargaron otros dos más. De todos ellos, el Tajo es el más nuevo con una fecha de botadura en junio de 2004 y una entrada en servicio oficial en enero de 2005.

"La misión de los cazaminas es mantener libre de la amenaza de las minas navales lugares tales como puertos, fondeaderos, canales de acceso a puertos y rutas de navegación", tal y como explican desde la Armada. El Tajo "opera tanto en el ámbito nacional, defendiendo los intereses marítimos permanentes de España, como en el ámbito internacional bajo el amparo de las organizaciones como la OTAN o la Unión Europea".

Esta embarcación tiene su puerto base en el Arsenal Militar de Cartagena donde se ubica la Fuerza de Medidas Contraminas y el mando de los buques cazaminas que componen la 1ª Escuadrilla. La embarcación, al igual que todas las de su clase, cuenta con 54 metros de eslora por 10,7 de manga y 550 toneladas de desplazamiento a plena carga. De la propulsión se encarga un sistema combinado que permite navegación totalmente eléctrica para trabajos de detección a baja velocidad.

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