Aunque es un tema que lleva revoloteando por los despachos desde el comienzo de la contienda, en todas las ocasiones ha terminado aparcado o sustituido por otros lotes de material militar. Hasta ahora. El último movimiento al respecto fue de Países Bajos, que anunció hace unos días la posibilidad de proveer a Ucrania de estos cazas.

No tardaron en dar marcha atrás. Tan solo unas horas después el primer ministro del país Mark Rutte salía al paso confirmando que "no había planes para hacerlo actualmente" y que le parecía "poco probable que sucediera a corto plazo".

Caza F-16 de Estados Unidos USAF

La otra cara de la misma moneda la representa el portavoz principal de la fuerza aérea de Kiev, Yuri Ignat. "Nuestros pilotos militares han ido a Estados Unidos, ya se asignaron los fondos para el entrenamiento", tal y como recoge ArmyInform, una agencia de información del Ministerio de Defensa de Ucrania.

"Ya se ha determinado el tipo de aeronave que es probable que se proporcione a Ucrania y los términos correspondientes de la capacitación". Por su parte, Yuriy Sak, asesor del ministro de Defensa ucraniano, fue más contundente y concreto en declaraciones a la CNBC: "recibiremos F-16". Y ante la posibilidad de que ocurriera lo mismo que con los tanques, una decisión tan dilatada en el tiempo, se reafirmó:  "Esperamos que no se cometan los mismos errores, porque recibiremos los F-16", afirmó. Lo que está claro es que el caza multipropósito es el candidato perfecto para el envío a Ucrania, por su amplia disponibilidad y costes operativos.

¿F-16 para Ucrania?

El F-16 es uno de los mejores cazas de cuarta generación que están en activo actualmente. Su desarrollo se llevó a cabo a caballo entre finales de la década de los 60 y principios de los 70 realizando su primer vuelo en 1974. General Dynamics, quien lideró el proyecto al principio de la vida del caza, se hizo finalmente con el contrato por haber conseguido una aeronave muy fiable y manejable, a la par que barata de mantener y operar gracias a que cuenta con un único motor.

La popularidad del F-16 en el mundo le granjeó unos excelentes números en cuanto a exportaciones y comenzaron a desarrollar nuevas versiones a lo largo del tiempo. Estos cazas, con casi medio siglo a sus espaldas, continúan fabricándose y actualizándose con la última tecnología disponible.

Caza F-16 de Estados Unidos USAF

Por el momento, se desconoce qué países podrían enviar F-16 a Ucrania, aunque todas las quinielas apuntan a Países Bajos —incluso después del paso atrás— y Estados Unidos, que dispone de excedentes de su Fuerza Aérea y podría haber formado a los pilotos ucranianos.

Este modelo de caza se encuadra dentro de la categoría de multipropósito, lo que le permite tomar diferentes roles como bombardero, soporte aéreo o superioridad aérea. Tiene una longitud de 15 metros con una envergadura de 10 y un peso máximo al despegue de 19 toneladas.

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En cuanto a rendimiento, cuenta con una velocidad máxima de 2.100 kilómetros por hora a gran altitud y un poco por encima de la velocidad del sonido al nivel del mar. Las diferentes configuraciones y variantes también afectan a la autonomía, que puede situarse en torno a los 600 kilómetros en orden de combate y dependiendo de la misión.

El apartado del armamento también está sobradamente cubierto en el caza de origen estadounidense. De serie, dispone de un cañón automático de 20 milímetros con 511 cartuchos, 2 puntos de anclaje en las puntas de las alas para el lanzamiento de misiles aire-aire, 6 anclajes bajo las alas y otros 3 anclajes debajo del fuselaje.

Caza F-16 USAF

Además de los misiles aire-aire, puede acoplar munición aire-tierra y antibuque. También una gran carta de bombas compatibles, contramedidas y cápsulas de guerra electrónica con las que dejar inoperativos los sistemas enemigos.

Según declaró Ignat a Air Force Magazine el pasado julio, con 2 escuadrones de 12 aviones F-16 cada uno, más las reservas, sería suficiente para ayudar a cambiar las tornas frente al poderío aéreo ruso. Algo que no ha cambiado en este medio año. También indicó que Ucrania tiene al menos 30 pilotos con suficientes habilidades en el idioma inglés como para viajar a Estados Unidos a recibir entrenamiento.

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"Para aprender la primera etapa de despegue y aterrizaje y volar del punto A al punto B, [la instrucción] tomará algunas semanas, pero aprender a luchar en él y aprender a usar misiles, tomará alrededor de 6 meses", prosiguió hace exactamente 6 meses al mismo medio.

La petición de cazas por parte de la cúpula ucraniana llega en el momento clave. Para que la artillería pueda surtir el efecto esperado, "hay un requisito indispensable que es disponer de superioridad aérea local", ha apuntado Francisco José Gan Pampols, en Onda Cero. "El peor enemigo para un carro de combate, además de otro carro de combate, son las plataformas aéreas como los helicópteros de ataque".

Cazas F-16 USAF

Contar con una nutrida flota de aeronaves de caza que restrinja el vuelo de estas plataformas —cazas, helicópteros o drones— en el campo de batalla es esencial para el avance de las tropas de Zelenski. Sin ella y contando solamente con la escuálida fuerza aérea ucraniana, las bajas de los tanques occidentales serán muchas al recibir ataques desde arriba.

A-10

El caza estadounidense A-10 es otro de los que más papeletas ha demostrado tener en los últimos meses. Principalmente desde que en agosto Time mostrara cómo una serie de pilotos entrenaban en Ucrania empleando simuladores. La instalación, según indicaron, llevaba operativa desde mayo y empleaba "sofisticados simuladores de vuelo" con el fin de preparar a unos cuantos pilotos en la compleja tarea de manejar el caza.

Caza A-10 estadounidense Fuerza Aérea de Estados Unidos

La especialidad de este modelo de aeronave es la ejecución de misiones de cobertura aérea con predilección por abatir tanques y todo tipo de vehículos blindados. Esta propiedad de ser imbatible en el vuelo bajo la consigue gracias a una armadura de titanio de 520 kilogramos que el fabricante —Fairchild— incluyó con el fin de proteger tanto la cabina de mandos como los sistemas esenciales de vuelo.

Gracias a ello puede absorber disparos de algunos tipos de munición y continuar volando sin mayores contratiempos, algo que demostró en la famosa operación Tormenta del Desierto que el ejército estadounidense llevó a cabo en Irak.

"Un uso típico de un cañón del A-10 dispone de 120 cartuchos, lo que significa que es capaz de disparar a entre 9 y 10 objetivos antes de agotar munición", según explicó Kyle Adkinson, comandante de la división 422 de A-10C, a raíz de una serie de ensayos llevados a cabo el pasado mayo en la Fuerza Aérea de Estados Unidos.

Todo ello con una precisión extraordinaria que, según la teoría, puede agrupar el 80% de los disparos en un diámetro de 12,4 metros de distancia a una distancia de 1.200 metros mientras la aeronave está en pleno vuelo. El A-10 tiene un peso máximo al despegue de 22,7 toneladas y dispone de un par de motores colocados en el estabilizador vertical en la cola de la aeronave; permitiéndole operar sobre pistas en mal estado ya que reduce la ingestión de elementos extraños en la turbina.

Cuenta con una velocidad máxima de 700 kilómetros por hora y una de crucero de 560, por lo que está muy por detrás de los grandes cazas supersónicos. Algo que, por otro lado, no necesita para completar los 400 kilómetros de autonomía en misión.

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