TCL 75C8K.

TCL 75C8K. Manuel Fernández Omicrono

Análisis y Pruebas

He probado uno de los televisores más ambiciosos de TCL: 75 pulgadas para convertir mi salón en un auténtico cine

Ni proyectores, ni pantallas blancas: mi solución ha sido coronar mi salón con uno de los últimos televisores de TCL.

Más información: Micro LED y Gemini: así es el plan de TCL para sus nuevos televisores que llegarán a España durante este año

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Probablemente, no haya una sola persona en España a la que no le gusten los televisores de gran formato. TCL ya lo demostró con su TCL 65C7K, una bestia de 65 pulgadas que coronó mi salón durante semanas, y que afianzó mi gusto por las pantallas grandes. He subido el listón todavía más en este sentido.

En en este caso, repito fabricante pero con un nivel superior tanto en gama como en tamaño. He probado la TCL C8K Premium QD-MiniLD, uno de los mejores televisores del catálogo de TCL y que forma parte de su gama más top.

Una tele, eso sí, que se sitúa en lo más alto del mercado de teles de alto formato. Y es que debido a su monstruoso tamaño de 75 pulgadas y a sus calidades, estamos ante un televisor de 1.799 euros de precio en España.

Un televisor  premium

Una cosa que cada vez me molesta más con los años es que los fabricantes no se centran realmente en el diseño de sus televisores. Lo que demostraba su gama alta eran las características y especificaciones técnicas del producto como tal, no su exterior.

TCL lo sabe, y por ello ha dotado a este TCL 75C8K de un acabado inmaculado, tanto en lo estético como en lo funcional. El mejor ejemplo de esta idea es su ratio de pantalla, muy amplio gracias a unos bordes de panel muy reducidos.

TCL 75C8K.

TCL 75C8K. Manuel Fernández Omicrono

La empresa habla de un borde de entre 3 y 4 milímetros, con un borde negro BM virtualmente cero. Y efectivamente, es así: los marcos de pantalla del dispositivo son impresionantes, lo que aumenta la inmersión en las películas, series o juegos que aparecen en pantalla.

Es un televisor premium que llama la atención desde que cualquiera lo ve. Además, su peana central y sus acabados coronan a la TCL 75C8K como la reina de la casa en lo que a estética refiere.

Un detalle de diseño que me ha encantado (y que espero ver en otros muchos modelos) es la retroiluminación de los botones del mando, que además ha mejorado drásticamente respecto a otras gamas de TCL.

Además de darle un toque distintivo, la iluminación del mando permite que sea mucho más fácil manejarlo cuando usamos el televisor a oscuras y también encontrarlo cuando lo perdemos.

Una calidad de imagen excelente

El TCL 75C8K es un televisor de 75 pulgadas con resolución 4K y tecnología QD-MiniLed, con un panel CrystGlow WHVA a 144 Hz de tasa de refresco, acabado ZeroBorder y un brillo HDR de 4.500 nits.

Al menos sobre el papel, el CrystGlow WHVA es un panel que consigue una mejora cinco veces superior en contraste (el cual es de 7.000:1), un ángulo de visión amplísimo del 40% y la ya mencionada QLED con MiniLED, que combina ambas tecnologías para mejorar drásticamente las propiedades del panel.

TCL 75C8K.

TCL 75C8K. Manuel Fernández Omicrono

Esto da lugar a unos negros prácticamente totales, un contraste elevadísimo y una gama cromática mejorada, que según TCL es comparable a los paneles OLED del mercado. Esto es gracias a la serie Precise Dimming de 3840 zonas.

Le sigue una tecnología All Domain Halo Control, que controla el llamado efecto halo que resulta en formas de luz alrededor de zonas brillantes e individuales de la imagen. Esta se basa en un algoritmo de control de luces y sombras para conseguir luces y sombras más realistas. 

TCL 75C8K.

TCL 75C8K. Manuel Fernández Omicrono

Esta, dice TCL, abarca todo el recorrido del proceso de emisión de imágenes, usando además de estos algoritmos una tecnología HVA de gama alta para conseguir un control de la luz más preciso a nivel de sistema.

Para aumentar este control, TCL usa una tecnología de microlentes supercondensadas que controlan la direccionalidad de la luz con un diseño de atenuación de puente arqueado. De esta forma, logra reducir todavía más el halo, aumenta la estabilidad óptica y aumenta la uniformidad de la retroiluminación.

TCL 75C8K.

TCL 75C8K. Manuel Fernández Omicrono

Otras muchas tecnologías incluidas en el TCL 75C8K incluyen una tecnología de control bidireccional de 23 bits para ajustar la temperatura del color y su brillo, sistemas para eliminar el llamado efecto fantasma y conseguir un mayor rango dinámico con imágenes más realistas.

Esto da lugar a un brillo de 4.500 nits en HDR y más de mil millones de tonalidades de colores, consiguiendo por el camino una gama cromática del 97% en el espacio de color DCI-P3 del televisor.

TCL 75C8K.

TCL 75C8K. Manuel Fernández Omicrono

En lo que a calidad de imagen refiere, no hay duda: el TCL 75C8K es una auténtica bestia parda. Realmente la firma otorga lo que promete; un alto contraste en la imagen, unos colores vivos y llamativos y un rango dinámico que en ocasiones rivaliza con lo mejor del mercado.

La experiencia de visionado se asemeja bastante más a lo que ofrecería un televisor OLED (salvando las distancias) que a un LCD estándar, debido precisamente la buen hacer de la empresa tecnológica con sus paneles QLED equipados con MiniLED.

Si bien el rendimiento no es exactamente el mismo, los negros son lo suficientemente profundos como para mejorar drásticamente la experiencia de consumo multimedia. Además, el control de brillo y negros Precise Dimming cumple con su trabajo a la perfección; las luces y sombras de las formas vistas en la imagen se ejecutan como cabría esperar.

Nos ha gustado enormemente la gestión del brillo y las luces en las zonas más difíciles de la imagen, así como el control de la luz tanto en superficies curvas y contrastadas como por todo el rango de la imagen. Tampoco faltan la plétora de tecnologías de imagen en este televisor, que van desde Dolby Vision hasta HDR10+, pasando por la certificación IMAX Enhanced.

TCL 75C8K.

TCL 75C8K. Manuel Fernández Omicrono

La TCL 75C8K sabe perfectamente cómo mover la luz de su panel, aumentando el brillo si así lo requiere y controlando el rango dinámico para no quemar zonas ni para que las zonas más oscuras predominen sobre la imagen.

Dicho brillo, eso sí, puede llegar incluso a cegar en algunas ocasiones. Cuando el sistema detecta una imagen más brillante de lo habitual, como zonas blancas inundando la imagen, el brillo puede pegar un salto curioso de escala, que en entornos nocturnos puede molestar.

Eso sí, los efectos fantasma y halo están controlados, pero no eliminados. En fondos muy oscuros y con elementos brillantes y blancos sí tendremos esos efectos halo y fantasma, aunque mucho más controlados.

La calibración de color baila entre dos frentes muy diferenciados. En los modos naturales, la precisión de los tonos está muy conseguida, dando una amplitud en la gama cromática muy agradecida para la experiencia de visionado.

TCL 75C8K.

TCL 75C8K. Manuel Fernández Omicrono

Sin embargo, a la hora de usar los modos más contrastados de imagen, notamos una sobresaturación en los colores que pueden alcanzar cuotas poco realistas. Tonalidades rojas en la piel o verdosas de la naturaleza acaban predominando en la escena con ajustes de color irreales.

Lo compensa con un detalle nítido y preciso, que se nota desde el mismo momento en el que encendemos el televisor. La imagen se ve muy bien detallada, con un acabado fino que otorga un plus a la hora de ver contenido en alta calidad en plataformas de streaming.

La TCL 75C8K también se vale del poder de la inteligencia artificial, con un agente de IA integrado directamente en el dispositivo y con capacidades que mejoran la calidad de imagen, la calidad de sonido, etcétera.

El 'cerebro' detrás de esta tecnología de inteligencia artificial es el TCL TSR AiPQ, que usa funciones de percepción para optimizar la imagen a nivel de píxel, usando un modelo propietario de IA de TCL para aumentar la nitidez, el contraste, mejorar la naturalidad de los colores y ajustar el movimiento para, por ejemplo, borrar el efecto fantasma.

La TCL 75C8K también es una tele para jugar. Además de poseer una barra de juegos personalizable para ajustar parámetros, el dispositivo puede conseguir una frecuencia máxima de hasta 288 Hz con una fuente HDMI que lo soporte.

Usando la totalidad de la señal es posible alcanzar 4K a 144 Hz de tasa de refresco, con lo último en tecnologías para reducir latencia y las vibraciones de la imagen, así como mejorar el detalle final de los videojuegos a los que jugamos.

TCL 75C8K.

TCL 75C8K. Manuel Fernández Omicrono

Hemos podido constatar que es así. Usando una PlayStation 5 e incluso una Xbox Series X, hemos podido lograr imágenes fluidas y muy bien detalladas, sacándole todo el partido a estas consolas de actual generación con títulos triple A de alta carga gráfica.

Un sonido con potencia pero sin control

TCL lleva un tiempo apostando por dotar a sus televisores de un apartado dedicado al audio sobresaliente. Para ello se ha aliado con la marca Bang & Olufsen, dotando a este televisor y a otros muchos de su gama de unos altavoces superiores a la media.

TCL 75C8K.

TCL 75C8K. Manuel Fernández Omicrono

El audio corre a cargo de un sistema de altavoces con acústica de grado Hi-END con cuatro chips de sonido independiente, que se complementan con un canal cenital separado y la inclusión de tecnologías como DTS Virtual X y Dolby Atmos.

Esto se traduce en una potencia de 90 W de sonido totales, con un grandísimo rango de niveles de volumen y unos bajos potentes que constatan un sistema de sonido muy por encima de lo que estamos acostumbrados a ver en el mercado.

El gran problema de este sistema de sonido es que tiene una potencia brutal, con un muy buen apartado sonoro... pero que no está bien controlado a nivel de software, con un cierto descontrol en las frecuencias que a veces llega a ser problemático.

En lo que a firma acústica refiere, el sonido de la TCL 75C8K apuesta por las frecuencias bajas, equipadas con mucho cuerpo y contundencia, junto a unas frecuencias medias bien equilibradas y con unas altas más ausentes de lo que me gustaría.

TCL 75C8K.

TCL 75C8K. Manuel Fernández Omicrono

El problema reside en que los distintos modos de sonido integrados dentro del televisor no acaban de equilibrar bien el sonido de los altavoces. Siempre tenemos la contundencia de los graves, incluso si elegimos los modos más proclives a afianzar los medios.

Además, el poco brillo de las frecuencias altas implica que escuchar diálogos pueda ser bastante complicado si la mezcla de sonido de la obra no está bien hecha. EN series como Juego de Tronos nos ha sido difícil distinguir diálogos claros.

TCL 75C8K.

TCL 75C8K. Manuel Fernández Omicrono

Es decir, que los altavoces cuentan con la tecnología necesaria para ofrecer un sonido de altísima potencia pero que necesita una mejor gestión para afinarlo según nuestras necesidades. Además, nos hubiera gustado la presencia de más opciones de audio que nos permitieran configurarlo a nuestro gusto.

Afortunadamente, esta potencia se puede aprovechar para escuchar música en muy alta calidad. El modo de Música sí que funciona a las mil maravillas; más de una vez me he visto utilizando este sistema para escuchar mis canciones favoritas.

Mención especial a Google TV, el sistema operativo que da vida a este televisor y que sin duda alguna es mi favorito de todo el parque de software dedicado a televisores. El rendimiento del sistema, además, es increíblemente bueno. La tele es veloz y fluida en todo momento.

¿Me la compro?

La etiqueta de precio de 1.799 euros puede asustar. Es una cifra alta, en la que se mueve la gama alta de televisores en España. Sin embargo, no creemos que sea caro para todo lo que ofrece, si vemos su relación calidad-precio.

TCL 75C8K.

TCL 75C8K. Manuel Fernández Omicrono

Para empezar, nos ahorramos la necesidad de una barra de sonido independiente. Por otro lado, la calidad de imagen se sitúa en lo mejor dentro de este rango de precio. Si le sumamos su diseño y sus buenas prestaciones, entonces estamos ante un gran televisor.

Si el tema del dinero no es un problema y deseas tener un producto que cumpla las expectativas pero sin llegar a los modelos tope de gama de marcas como Sony o Samsung, el TCL 75C8K resulta ser una alternativa muy a tener en cuenta.