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El comercio minorista en España genera muchos puestos de trabajo. Mercadona cuenta con más de 110.000 empleados en España y Portugal; Lidl, 18.500 en España; Dia, 14.000 y Aldi, 7.700. Miles de personas que, tras la irrupción de la inteligencia artificial, podrían estar en peligro de perder su empleo.

El ESPAÑOL ha contactado con una cajera madrileña de 25 años que ha expresado su preocupación sobre la posibilidad de que la IA, a través de robots, reemplace a los trabajadores responsables de las cajas de los supermercados.

"Es posible que el nuestro sea un trabajo en el que robots o algún aspecto de la IA puedan reemplazar y ejecutar con la misma destreza, o más, que un humano", ha afirmado en una conversación con este periódico, aunque ha preferido no desvelar su identidad.

¿Fin a los cajeros?

Es una realidad que en los supermercados ya existen máquinas de autocobro que hacen prescindible el papel de los cajeros. No obstante, hasta ahora siempre ha sido necesaria una figura humana que esté presente en caso de que esta tecnología falle.

Pero, la pregunta que muchos intentan descifrar es qué pasará cuando la inteligencia artificial alcance un nivel de desarrollo tan elevado que no sea necesaria una supervisión humana. Para nuestra entrevistada, aunque se llegue a este punto, "no se debería reemplazar a los humanos".

¿Por qué? "El trato humano, por bien imitado y entrenado que esté el dispositivo que realice el trabajo, nunca podría ser sustituido por un no-humano", argumenta esta joven que, en paralelo a su trabajo en un famoso supermercado español, estudia una carrera universitaria.

Las herramientas de inteligencia artificial, igualmente, le parecen "útiles y que bien utilizadas pueden facilitar muchas tareas", aunque confía en una cohabitación efectiva entre el implacable desarrollo tecnológico y el trabajo humano.

Por lo tanto, se muestra tranquila sobre el impacto de la IA en la población, aunque es consciente de la posibilidad de que sea capaz de ejecutar su función incluso mejor que ella, a pesar de que ya cuenta con dos años y medio de experiencia.

No obstante, confía en que "las novedades tecnológicas que surjan hoy en día se irán implementando y adaptando a la sociedad como lo han hecho las anteriores".

Primeros ejemplos

En Estados Unidos, en concreto en la cadena de supermercados Kroger en Cincinnati (Ohio), se está llevando a cabo un proyecto piloto en el que un robot se encarga de analizar los productos de los estantes para comprobar si están caducados y si los precios son correctos.

La compañía, a su vez, ha enfatizado que el uso de esta tecnología permite a sus empleados conocer rápidamente qué productos necesitan ser repuestos, mejorando el servicio al cliente.