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La tecnología se abre camino a pasos agigantados y no queda otra que adaptarse. En el aeropuerto de Colonia-Bonn (Alemania) ya existe una cafetería -My App Cafe Street Barista- que apuesta por un robot que se encarga de preparar, servir y cobrar los pedidos a los clientes.

Y esto es solo un ejemplo más de que el futuro ya está aquí. La llegada de la tecnología de última generación y de la inteligencia artificial a la hostelería ha encendido las alarmas en el gremio por la posibilidad de que los camareros sean reemplazados por máquinas. 

Así, EL ESPAÑOL ha contactado con David Rabanal, un joven asturiano de 26 años, residente en la Comunidad de Madrid, que lleva trabajando seis años en hostelería y que considera "un gran error prescindir de una parte fundamental de la hostelería: la atención humana".

"No puede hacer el trabajo como lo hago yo"

Este camarero, que en paralelo está preparando las oposiciones para convertirse en policía, afirma "que un robot no puede hacer el trabajo de la misma forma que lo hago yo, carecen de sentimientos y los convierte en seres fríos y de poco fiar".

David, a pesar de que existen cafeterías o restaurantes que ya están empezando a emplear robots en vez de personal humano, considera que, efectivamente, la hostelería podría verse afectada por este fenómeno, pero a largo plazo.

Empleo en alza

Sobre la posibilidad de que la IA le quite el trabajo, manifiesta que "no tengo miedo, la verdad es que no es algo que piense mucho en el día a día ya que lo veo bastante lejano".

La hostelería, en un país en el que prima el trabajo estacional y dependiente del turismo como España, continúa siendo uno de los sectores con más empleabilidad. Según datos de Randstad, al finalizar 2024 había 1,84 millones de personas ocupadas, un 8,5% más que el año anterior.

Los datos avalan la teoría de David de que a corto plazo no se va a producir un gran reemplazo de trabajadores por máquinas en el mundo de la restauración, ya que los datos de asalariados mejoran cada año.

Sin embargo, como también comenta nuestra fuente, "la hostelería se podría ver afectada en un futuro lejano por la inteligencia artificial ya que reduce mucho los costes de personal y puede agilizar el trabajo", al igual que ocurrirá en otras profesiones.

Necesidad de humanidad

En cualquier caso, confía en que las cualidades humanas sigan marcando la diferencia en ámbitos donde es imprescindible que el cliente se sienta escuchado por una persona real, incluso en un futuro lejano.

"Puede ser que la IA acabe sustituyendo a gran parte de los profesionales, pero considero que hay trabajos que requieren de cierto grado de humanidad y la hostelería es uno de ellos", recalca.

Además, aunque admite las grandes posibilidades que brinda la inteligencia artificial para "agilizar procesos", subraya que puede fomentar la vaguería entre los jóvenes, ya que según su opinión empiezan a "rechazar esforzarse en las tareas".

Su planteamiento queda claro, pero existe una duda que revolotea en el ambiente y que muchos profesionales de la hostelería se estarán haciendo en estos momentos: ¿Llegará el día en que los clientes se acostumbren y validen el hecho de ser atendidos por un robot y dejen de valorar la cercanía, empatía y humanidad de un elocuente camarero?