El sueño de muchos niños en España y del resto del mundo ha sido siempre viajar en una nave de Star Trek, como la USS Voyager. Pero ¿y si esa nave viajara dentro de nosotros? Es lo que han conseguido físicos de la Universidad de Leiden que han conseguido llevar la impresión 3D a un nuevo nivel.

Han conseguido replicar en impresión D la famosa nave USS Voyager pero a tamaño microscópico. Algo que de por sí ya es impresionante, pero han querido llevarlo más allá; esta replica microscópica, además, es capaz de moverse sola.

Concretamente, es capaz de moverse a través de líquidos gracias al impulso de reacciones químicas existentes en su interior. El objetivo del proyecto consiste en elaborar pequeños objetos que puedan moverse por el agua; la forma de la USS Voyager es simplemente una cuestión estética.

La nave de Star Trek en 3D

Esta nave forma parte de la investigación titulada "Micro nadadores coloidales impresos en 3D con propulsión catalítica", firmado por Daniela Kraft y Rachel Doherty, miembros de la Universidad de Leiden, tal y como podemos leer en The Verge.

Objetos de la investigación. Soft Matter Journal Omicrono

El impulso de esta réplica de la USS Voyager viene dado por estas reacciones químicas producidas entre una solución de peróxido de hidrógeno y su recubrimiento de platino. Los investigadores han logrado producir distintas formas de objetos gracias a la impresión 3D, y así poder comprobar la reacción en cada uno de los casos. De hecho, la USS Voyager no es el diseño principal; el más habitual hubiera sido el de una esfera. De hecho, podemos ver hasta un barco.

La USS Voyager, según podemos ver en las imágenes, tiene un tamaño entre dos y tres veces la marca de los 5 nanómetros, es decir, un tamaño absolutamente microscópicos. Dado que estos 'vehículos' están preparados para viajar entre líquidos, es fácil pensar que algunos de estos dispositivos podrían viajar por nuestro cuerpo, ya sea para realizar estudios o incluso para suministrar medicamentos de forma interna. El diseño de los dispositivos encargados de estos suministros podría moldearse mediante la impresión para ganar practicidad.

De hecho, el experimento pone la idea sobre la mesa sobre posibles escenarios en los que estos micro nadadores sintéticos podrían formar parte de sistemas de administración de medicamentos y terapias dirigidos de forma remota. El proyecto tiene unas aspiraciones más modestas, explicando que estos modelos pueden ser potencialmente útiles en experimentos adicionales y explorar formas inusuales más allá de las esferas o cilindros para ofrecer nuevos tipos de movimientos para los micro nadadores.

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