Vivimos momentos tensos en el sector tecnológico. La guerra comercial entre EEUU y China afecta especialmente a las empresas tecnológicas, que ya se han convertido en la pelota de esta partida de ping pong particular. La prohibición de comerciar con Huawei no fue el principio, y tampoco será el final: la venganza de China es muy temida en la industria.

Microsoft, siendo una de las grandes empresas estadounidenses con presencia en China, puede ser una de las grandes afectadas. Así lo ha adelantado la revista militar Kanwa Asian Defence, que afirma que las fuerzas armadas chinas ya están planteándose deshacerse de Windows, usado en muchos ordenadores dedicados a tareas militares.

Windows en ordenadores chinos puede ser una amenaza según el gobierno

Windows se encuentra en una posición algo delicada, y no solo por su procedencia. Gracias a las filtraciones de Wikileaks y Edward Snowden, sabemos que la NSA y otras organizaciones estadounidenses poseen programas que pueden saltarse la seguridad de Windows y otros sistemas para obtener datos privados sin que la víctima lo sepa. Aunque muchos de estos proyectos ya son públicos, el verdadero peligro está en los que aún son secretos.

Aunque el gobierno chino no lo haya admitido, el miedo es que los sistemas Windows presentes en la red militar puedan servir como punto de entrada para háckers de EEUU. En muchas ocasiones, entrar en la red es lo más difícil de un ataque hácker; una vez dentro, es más sencillo tomar el control de sistemas, escalando privilegios hasta llegar al objetivo.

microsoft windows nube 3

Por lo tanto, a China le convendría deshacerse de Windows; si no lo ha hecho todavía es simplemente porque no tiene nada con lo que sustituirlo, algo en lo que ya estaría trabajando. Una nueva rama, dependiente directamente del partido comunista chino, está ya desarrollando un nuevo sistema operativo propio; el “grupo de liderazgo de seguridad de la información en Internet” ha decidido no optar por una distro Linux. En vez de eso, está desarrollando el sistema desde cero, una tarea titánica que posiblemente tarde bastante en completarse.