El 2018 fue el año en el que finalmente nos dimos cuenta de la cantidad de datos que Facebook obtiene de nuestras vidas; y especialmente, de cómo son usados en marketing y propaganda. La mayoría de estos detalles ya eran bien conocidos por expertos y miembros del sector; pero el escándalo de Cambridge Analytica arrancó el interés entre el gran público por estas prácticas.

La verdad es que pocas de estas “revelaciones” eran secretos. El negocio de Facebook se basa en crear un perfil de cada usuario, para poder presentarle anuncios personalizados; cuanto más preciso sea el perfil, más probable será que entremos en un anuncio y más dinero ganará Facebook. El verdadero problema para mucha gente viene cuando se abusa de esa información personal.

El servicio para cambiar la opinión de una persona usando Facebook

El ejemplo de Cambridge Analytica es el más conocido. La empresa fue vital en la campaña electoral de Donald Trump, usando la información obtenida de Facebook para mostrar anuncios para cada tipo de votante. Pero no es la única que promete hacer lo mismo. The Spinner es una startup británica que afirma que, por sólo 29 dólares, es capaz de influir en cualquier persona que le pidamos, para que tome las decisiones que nosotros queremos.

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La página nos ofrece varios tipos de “sugerencias” para cambiar la opinión de un “objetivo”. Nos encontramos temas tan importantes como convencer a nuestro novio de que nos proponga el matrimonio, que nuestra esposa lleve la iniciativa en el sexo, o que un ser querido deje las drogas o la bebida.

Tal vez más chocantes son las proposiciones para nuestro beneficio. Como una que intentará convencer a nuestra ex-pareja de resolver el divorcio sin pasar por el juzgado; u otra para intentar que un adicto al juego vuelva a las máquinas tragaperras. Incluso hay una propuesta dirigida a los más pequeños, para intentar convencer a los padres para que les compre un perro.

Cómo funcionan los servicios que usan Facebook para influenciar

El sistema se basa en los anuncios de Facebook, concretamente en presentar artículos relacionados con lo que queremos a las personas que queremos influenciar. Por ejemplo, si queremos que alguien deje de comer carne, esa persona empezará a ver artículos como “¿Deberías dejar de comer carne para salvar tu salud y el planera?” mientras navega por Facebook. Cada “paquete” está compuesto de diez artículos de una temática concreta, que son publicados 180 veces a lo largo de 3 meses.

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Por lo tanto, tampoco consiste en “bombardear” a la víctima, sino que sea algo más sutil, sugerencias mezcladas entre otro contenido que le podría gustar. Como mínimo, afirman desde la compañía, eso será suficiente para que esa persona “pille el mensaje de manera subsconsciente”.

facebook contenido

Para saber qué persona debe influenciar, cuando contratamos un paquete la web nos dará un enlace, que a simple vista no parece nada especial y llevan a un artículo cualquiera; tendremos que hacer que la persona que queremos influenciar haga click en ese enlace. De esa forma, la compañía sabrá que la persona que ha hecho click tiene que recibir anuncios de una temática concreta.

Para ello se usan cookies que se quedan en el navegador y que identifican a esa persona; estas vienen de todo tipo de servicios de publicidad, incluidos los de Google y Facebook. Sin embargo, los propios creadores de The Spinner confiesan que su servicio funciona mejor en Facebook e Instagram.

¿Realmente sirve para algo?

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Aunque Facebook tiene reglas que prohíben mostrar anuncios a una persona concreta, hay trucos bien conocidos en la comunidad; por ejemplo, si el objetivo es una mujer, es posible añadirla a una lista con 19 hombres (el número mínimo de objetivos es 20 personas) y a continuación marcar el anuncio para que aparezca sólo a mujeres.

Perdonad el tópico, pero realmente parece una idea salida de un episodio de Black Mirror. Pero los creadores de este servicio afirman que lo único que están haciendo es ofrecer a las “personas normales” un servicio que ya existe. Se refieren, por supuesto, a cómo las empresas pueden crear anuncios muy especializados para diferentes tipos de personas.

Por otra parte, la eficacia de este sistema es dudosa. Sus creadores afirman que funciona porque la víctima ni siquiera tiene que pulsar en los enlaces de publicidad; sólo con leerlo es suficiente para recibir la sugerencia. Sea como sea, estamos seguros de que esto es sólo el principio. Con el escándalo de Cambridge Analytica, algunos se escandalizaron; y otros pensaron cómo podían aprovecharse de lo mismo. Es inevitable que aparezcan más proyectos similares.