El funcionamiento de los semáforos tradicionales no es muy eficiente. Paran independientemente de cuál sea la situación. Aunque vengan 30 coches de una dirección y ninguno de la otra, los 30 coches tendrán que parar a esperar a que se ponga en verde. Esto, en cambio, podría cambiar mediante la Inteligencia Artificial. Y no es algo lejano, sino que algunos gobiernos, como el londinense, ya lo están probando.

Se trata de los semáforos inteligentes, provistos de cámara y de algoritmos capaz de detectar la afluencia tanto de vehículos como de peatones. Si detecta, por ejemplo, que un grupo de peatones quiere cruzar por un paso de cebra, pondrá en rojo el semáforo de los coches y en verde el de los peatones. Los semáforos estarán en rojo el tiempo estrictamente necesario y los tiempos de espera se reducirán considerablemente.

Literalmente los estados de verde/rojo cambiarán en función de la demanda medida en ese momento, tanto de peatones como de vehículos, para que el tráfico de ambas partes sea constantemente fluido.

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Semáforos en función de la demanda de peatones

Los semáforos se instalarán a lo largo de este verano, aunque por el momento solo estarán disponibles en los sitios más conflictivos de la ciudad; pero el objetivo es implantarlos a lo largo de toda la ciudad británica de Londres. El proyecto detrás de este cambio se ha apodad ‘Pedestrian Scoot’. Y no solo es capaz de gestionar el tráfico inteligentemente, sino además es capaz de priorizar el bus, por ejemplo, para permitir un transporte público más eficiente, o los mismos servicios de emergencias.

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Se ha estado estudiando desde 2014 un total de 1200 intersecciones para comprender cuáles son los problemas que presentan y cómo sería posible agilizar el tráfico en estos puntos, y el resultado son estos semáforos inteligentes.

En principio habrá dos tipos de sistema: la técnica de optimización de compensación de ciclo dividido, que analizará los grupos de peatones y calculará el tiempo necesario para que atraviesen la vía y para minimizar su tiempo de espera y la ‘autoridad del hombre verde’, otro sistema que directamente prioriza a los peatones, que es totalmente lo contrario; en este último, los semáforos de las personas están siempre en verde hasta que se detecta un coche.

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El gran problema que aparentemente tiene este sistema es que propablemente se realizarán más paradas de los coches, por lo que se generará un mayor consumo se combustible en coches que no sean eléctricos, lo que al mismo tiempo generará más contaminación. Estar frenando y acelerando incide directamente en la contaminación, pero habría que ver en qué grado.