google assistant google duplex inteligencia artificial llamada telefonica

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Omicrono

Las llamadas telefónicas hechas por la IA de Google podrían ser falsas

Google mostró unas llamadas telefónicas realizadas por una Inteligencia Artificial. Pero hay muchos argumentos para pensar que no son reales.

19 mayo, 2018 12:00

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Google presentó hace unos días unas llamadas telefónicas en las que vemos a su Inteligencia Artificial realizando llamadas telefónicas haciéndose pasar un humano.

De ser cierto, la IA de Google habría pasado el Test de Turing con total éxito, pues las personas que hablaron con ella (ni realmente el público de la conferencia, aunque estos últimos estuvieron influenciados) no se dieron cuenta de que se trataba de un robot. Google lo había conseguido; había logrado que un robot confundiese a un humano haciéndose pasar por otro.

Pero todo esto podría ser falso, al menos a medias. Y es que hay grandes indicios de que las llamadas que Google mostró son falsas o, al menos, estuvieron manipuladas. Y Google no ha podido contraargumentarlo. No se duda de la veracidad de que Google haya sido capaz de que Duplex, su Inteligencia Artificial, realice llamadas como un humano, sino de que las llamadas telefónicas mostradas son falsas, algo que Google debería haber aclarado.

Por qué las llamadas telefónicas de la Inteligencia Artificial de Google podrían ser falsas

En los vídeos vemos varias llamadas, concretamente a un restaurante y a una peluquería. En ellos, vemos cómo la Inteligencia Artificial de Google hace una reserva, ¡y ninguna de las personas se da cuenta de que está hablando con un robot! Se causó tanto revuelo que incluso Google tuvo que prometer, días más tarde, que las próximas llamadas que realicen su IA se identificaría como tal, en vez de hacerse pasar por un humano.

Ningún empleado se presenta

En primer lugar, ¿por qué ningún empleado a los que llaman se presenta? Cuando llamas a un local, es poco probable que el empleado no se presente o que, como mínimo, diga el local al que pertenece; y las probabilidades son aún más pequeñas si tenemos que en ninguna de las llamadas realizadas esto ocurrió.

Para comprobar esto, Axios, un medio tecnológico online de Estados Unidos, llamó a más de dos docenas de locales de este tipo, incluidos algunos cercanos a las oficinas de Google, y todos los empleados identificaron a su empresa al descolgar el teléfono.

No hay ruido de fondo

En segundo lugar, ¿qué ocurre con el ruido de fondo? Si llamas a un restaurante, por supuesto que con mucha probabilidad oirás cubiertos, murmullos y general todo tipo de ruidos de fondo; y lo mismo probablemente con una peluquería, donde oirías secadoras o tijeras (o como mínimo, murmullos característicos de cualquier local).

resturante lleno

resturante lleno

De nuevo, Axios, el medio tecnológico que quiso comprobar si Google podría haber falseado las llamadas, comprobó que en casi todas las llamadas realizadas se escuchaba ruido de fondo.

No se piden datos para la reserva

En tercer lugar, ¿de verdad ninguno de los empleados le pidió los datos a la persona que estaba reservando sus servicios? Cuando haces una reserva, normalmente te piden más datos que tu nombre y la hora, como por ejemplo tu número de teléfono, para que puedan contactarte en caso de que haya algún problema.

Es ilegal grabar conversaciones en California

Por último, y tal y como detalla Vanity Fair, en California (Estados Unidos) no se pueden realizar grabaciones sin haber contado con el consentimiento previo de la otra persona. Es decir, si la persona no te ha concedido permiso antes de comenzar a grabar, estás cometiendo una ilegalidad.

Como vemos, hay bastantes argumentos, y de peso, por los que estas llamadas podrían ser completamente falsas o, como mínimo, fueron modificadas, cuando Google las dio como verdaderas. Es decir, que las personas que están hablando podrían ser perfectamente empleados de Google en llamadas preparadas; nunca lo sabremos, en realidad.

Axios también se puso en contacto con Google para ver si le suministraban los nombres de las empresas a las que supuestamente llamaron para verificar si era cierto que habían llamado; cuando preguntaron si se habían editado de alguna manera, simplemente no contestaron.