Los videojuegos para móviles han avanzado una barbaridad. Ahora son mucho mejores que en sus inicios, incluso llegándose a comparar con sus versiones para plataformas como los ordenadores y las consolas. Por no hablar de juegos que han conseguido crear su propio nicho y llegar a la categoría de esports, como Clash Royale.

Y ahora son los llamados Battle Royale quienes están llegando a los dispositivos móviles. Tanto PlayerUnknown: Battlegrounds como Fortnite: Battle Royale ya tienen versión para smartphones. Y ojo, porque no son meras adaptaciones a móviles. Se tratan del juego completo funcionando en un dispositivo que cabe en nuestro bolsillo.

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Antes era común encontrarse las adaptaciones de videojuegos más famosos. Por ejemplo, los juegos de Need for Speed o FIFA para móviles nunca han sido los mismos que los de ordenador. Siempre han sido una especie de adaptación en el universo del juego, pero que no tenía nada que ver con los “hermanos mayores” de ordenador y consolas.

Pero en el caso de estas dos aplicaciones no son meras adaptaciones. Son el juego tal y como se puede jugar en ordenador. El mapa es igual de grande, las posibilidades son prácticamente las mismas… lo único que cambia es el sitio donde estamos jugando. Y los desarrolladores lo saben, promocionando los juegos como una versión idéntica para smartphones.

Puede que factores como que ambos usen Unreal Engine hayan ayudado en el trabajo. Pero, y aun siendo muy parecidos al original, podemos encontrar diferencias entre versiones. ¿Cuáles son esas diferencias entre las versiones de ordenador y las versiones de consola de las que hablamos?

Controles en pantalla vs controles de verdad

La más evidente a primera vista son los controles. En ordenador tenemos al mítico teclado y ratón, mientras que en consolas se apuesta por el mando. Métodos conocidos por todos y muy fiables para controlar a un personaje con eficacia. No es nada nuevo ni sorprendente.

En smartphones y tablets la cosa cambia, porque no nos encontramos botones físicos. Lo más cercano a esto son los llamados botones en pantalla: zonas translúcidas o transparentes que podemos pulsar para ejecutar una acción. A falta de soporte para mandos inalámbricos, a través de Bluetooth, es lo más parecido que tenemos.

Y esto puede suponer un problema. Los controles en pantalla son la única opción, pero son incómodos. Es complicado realizar acciones puntuales o apuntar con ellos. Por no hablar de los disparos fortuitos, o las pulsaciones de más para mantener al personaje corriendo. Es algo que tiene que mejorar mucho con el paso de los años.

Gráficos a la altura, pero no son idénticos

También podemos notar la diferencia en los gráficos. Ojo, sin quitarles ni una pizca de mérito en ningún momento. Se tratan de muy buenos gráficos para juegos de móvil. Más si tenemos en cuenta que están gestionando al mismo tiempo un mapa enorme, y las acciones de 100 jugadores sobre ese terreno.

Pero no se pueden comparar a la calidad gráfica del ordenador, o incluso de las consolas. Además de las texturas a la resolución correcta, estamos hablando de algo completamente diferente. Siguen siendo los mismos escenarios, lo mismo que veríamos en la versión de ordenador. Pero con una calidad menor en comparación. Algo normal teniendo en cuenta sus limitaciones.

Móviles, el lugar para otro tipo de jugadores

Y quizás todo esto de igual. El público que juega a estos títulos en ordenador o en consolas es muy dedicado a jugar, y no es raro que quieran tener la mejor calidad o la mejor experiencia. No dejan de invertir dinero en consolas y en videojuegos, por lo que es una exigencia normal a estas alturas. Por no hablar de que le dedican horas y horas, o de la competitividad que reside en estas plataformas.

Mientras, el que juega en móviles es todo lo contrario. Todo el mundo tiene un smartphone, algo que abre la puerta a cualquiera. Y un teléfono es una plataforma ideal para jugar en cualquier parte. A un jugador de móvil le da igual que no sea la calidad máxima, o que no sea exactamente la misma experiencia: lo único que quiere es divertirse.

Con todo esto en mente, el público que juega en móviles a Fornite o a PUGB no es el mismo que juega en ordenador o consolas. Y ni falta que les hace. Con sus virtudes y sus defectos también pueden conquistar a todo ese público, por mucho que no sea la misma experiencia que con sus hermanos mayores.