Si la seda de araña ya es un material extraordinario, imagina si se combina con nanotubos de carbono y grafeno.

Eso parece que pensaron científicos de la Universidad de Trento, Italia. Allí, Emiliano Lepore y su equipo decidieron rociar a una serie de arañas de la familia de los fólcidos (Pholcidae) con una mezcla de agua, nanotubos de carbono y grafeno.

No sabemos exactamente qué buscaban con el experimento, pero lo cierto es que quedaron sorprendidos con el resultado. Las arañas tejieron una seda hasta 3.5 más fuerte que la mayor registrada hasta la fecha.

La sorpresa de los científicos ha sido mayúscula, puesto que la resistencia de esa seda es mayor incluso que fibras sintéticas y más que cualquier seda conocida. El análisis de esa seda ha concluido en que tienen materiales a base de carbono en su composición.

Nanotubos de carbono y grafeno para conseguir seda ultra resistente

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Por tanto, lo realmente misterioso es cómo han conseguido las arañas incorporar los nanotubos de carbono y el grafeno a la seda, sólo fueron rociadas con la solución. Una posible respuesta es que las arañas injirieron el agua con la mezcla del entorno, pero no lo saben a ciencia cierta.

Por desgracia, no todas las arañas corrieron la misma suerte de crear seda ultra resistente, ya que varias murieron tras ser rociadas y otras tantas sufrieron el efecto contrario, las sedas que tejían eran más débiles.

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Obviamente no pudo ser casualidad y el experimento deberá ser repetido hasta que se conozcan las razones. Si las propiedades de la seda de araña natural ya son fantásticas y difíciles de igualar, imaginemos si es posible combinarla con éxito con materiales como el grafeno.