Poco a poco las drogas alucinógenas van demostrando su potencial dentro del mundo de la medicina. No solo se demostró que las setas alucinógenas pueden reparar células cerebrales, sino que también sabemos que tienen un gran potencial para tratar la adicción o la ansiedad. Eso sí, faltaba saber el “cómo” lo hacen, y ahora ya lo sabemos, gracias a un reciente estudio publicado en Human Brain Mapping.

Descubren cómo funcionan las setas alucinógenas

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Para llegar a conocer realmente donde actúa la psilocibina, el componente activo de los llamados “hongos mágicos” o setas alucinógenas, se inyectó una dosis controlada de esta sustancia a un grupo de 15 participantes, mientras que otro grupo control no recibió ningún fármaco.

Posteriormente, gracias a la resonancia magnética cerebral, se analizó mediante neuroimágenes los cerebros de estos participantes. Gracias a esto se pudo ver que áreas cerebrales aumentaban su actividad gracias a la psilocibina. Y resultó que dichas áreas eran las mismas que se activan cuando dormimos, mejor dicho, cuando soñamos. Además, también se vio un aumento de la función cerebral en las regiones asociadas a las emociones y la memoria.

Es decir, que en resumidas cuentas, lo que provocaría la psilocibina (y por consiguiente, las setas alucinógenas) sería hacernos experimentar la misma sensación que vivimos cuando soñamos.

Si lo pensamos fríamente, no es de extrañar haber detectado gran actividad en estas áreas. Si preguntáramos a cualquier consumidor de este tipo de drogas psicodélicas veríamos que suelen describir sus experiencias como “sueños“, y no como aumentos de energía, como bien podría describirse de otras drogas como la cocaína. Por otra parte, hay una cosa curiosa, y es que la psilocibina no acaba de desbloquear por completo nuestras emociones. De hecho, las áreas cerebrales ligadas al sentido del yo, al egocentrismo, disminuyen su actividad. Por ello, la psilocibina también tiene la capacidad de hacernos ver las emociones bajo una perspectiva diferente, cosa que la convierte en una sustancia idónea para ciertos tipos de psicoterapia como ya se está estudiando en la actualidad.

Vía | Washington Post.