El porno es como todo en esta vida: en las cantidades justas puede ser agradable, pero cuando nos pasamos nos deja hastiados y asqueados. Por eso cuando tu trabajo consiste única y exclusivamente en ver pornografía durante toda tu jornada laboral, realmente te tiene que gustar mucho o lo vas a pasar mal. Es el caso de los miembros de la policía china dedicados al arresto de distribuidores de pornografía adulta en el país, un delito que no se da en otros países pero si en el gigante rojo.

Internet is for pr0n

Chunqi Liu es uno de estos agentes especializados en identificar todo tipo de material pornográfico; después de cinco años en el puesto ha visionado mas de 600.000 vídeos, lo que supone unos 329 vídeos cada día de media. Como la posesión y la distribución de tal material está prohibida en el país, cada vez que la policía se encuentra con una web o con un cargamento de DVDs sospechosos no pueden simplemente mirarlos por encima, sino que llaman a Chunqi Liu y a sus compañeros. Por tanto tiene que estar disponible las 24 horas del día en caso de que haya operaciones por la noche.

Porque además no basta simplemente con asegurarse de que sea porno, sino que tienen que categorizar qué tipo de vídeos son en tres categorías: “porno”, “erótico” y “otros” lo que le obliga a verlos completamente. Chunqi Liu se queja amargamente de que esto le está suponiendo muchos problemas en su matrimonio y que algunos vídeos le han provocado arcadas.

Este es solo un ejemplo de lo que pasa cuando las leyes de censura son tan restrictivas como las de China; siempre hay alguien que tiene que acabar “pringando”, y para colmo la eficiencia de este tipo de medidas suele ser discutible.

Fuente | Xinhua Net