Durante mucho tiempo la Formula 1 era el lugar donde los fabricantes probaban nuevas tecnologías antes de llevarlas a los coches de calle. Levas de cambios de marcha en el volante, fibra de carbono, suspensión activa… son todos desarrollos que han encontrado el camino hasta el usuario final después de un tiempo en las carreras. Sin embargo, esto ha dejado de ser cierto en los últimos años, y otras competiciones como Le Mans son hoy en día mas útiles para los fabricantes.

Adiós a los V8, hola a los V6 Turbo

Este año la Formula 1 recibe un gran cambio en la normativa, y el protagonista principal es el motor. Hasta ahora se usaba un motor atmosférico V8, que es sustituido por un conjunto de motor V6 Turbo con un sistema eléctrico de recuperación de energía, convirtiéndolo en el pináculo de los sistemas híbridos.

Si bien el anterior motor ya disponía de un sistema KERS (recuperación de energía cinética), este apenas suministraba unos 80 caballos adicionales de potencia durante unos segundos, el nuevo sistema aportará 160 caballos mas. Esto se consigue porque en realidad se trata de dos sistemas diferentes, uno que recupera energía del tubo de escape, y otro cada vez que el coche frena.

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De esta manera se espera eliminar el tiempo de espera en la activación del turbo. Puede que estos sistemas sean mas eficientes en conjunción con la menor cantidad de cilindros del motor, pero al mismo tiempo solo se activan a partir de un número de revoluciones. Para evitar que los espectadores veamos coches renqueantes a la salida de las curvas, se usará la energía recuperada a lo largo de la vuelta para dar potencia a las ruedas.

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Una F1 mas ecológica y ahorradora

La eficiencia será el otro punto importante de la Formula 1; es un mensaje de uso de combustible respetuoso con el medio ambiente, que en la práctica supondrá que el coche solo podrá llevar 100 kg de combustible, un 33% menos que el año pasado. Pese a algunos miedos de que los pilotos se queden tirados en las últimas vueltas, en general parece que estos cambios están avivando la llama de la innovación en los fabricantes, que llevan meses probando sus nuevos motores en privado.

Si estas tecnologías llegarán a los coches de calle es algo que no podemos asegurar, pero por lo menos parece que, al menos en el ámbito tecnológico, la Formula 1 se ha puesto al día después de años de aparente inmovilismo.