Peter Molyneux es su creador y ha estado observando durante los últimos 6 meses como iban desarrollándose las descargas hasta que por fin llegara el día de destruir todas las capas y llegar al núcleo y ese día fue ayer día 26 de mayo por la mañana por parte de Bryan Henderson, un joven de 18 años de Edimburgo, Escocia.

Aunque el elegido sea un desconocido para todo el mundo, algo nos tenía en vilo. ¿Qué es lo que considera Peter Molyneux como un premio que puede llegar a cambiar la vida a una persona? Pues bien, aunque muchos pensábamos que no era otra cosa que una estratagema publicitaria basada en la venta de humo o simple hype, la recompensa, aunque no sea multimillonaria ni te busque un cónyuge y una mansión nueva en Santa Mónica si que es interesante por el simple hecho de descargar un juego y es la posibilidad de ser un Dios supremo en el próximo juego que creará Molyneux llamado GODÜS en el que los usuarios jugarán a ser gobernantes únicos en su propio territorio pero con un Dios todopoderoso por encima de todos ellos, Bryan Henderson, y como tal, podrá imponer sus reglas o prohibiciones y de este modo condicionar el juego o la vida de todos sus jugadores dentro del nuevo mundo creado por Peter Molyneux.

Es cierto que ser “Dios” simbólico en un juego no es algo que te pueda cambiar la vida (a no ser que te lo llegues a creer) pero el segundo premio ya es más interesante  y es que Bryan Henderson se llevará una parte de los beneficios por cada compra o gasto que se realice en GODÜS por lo que si puede cambiarle la vida en caso de que GODÜS sea un éxito en cuanto a compras y descargas.

Lo anecdótico de la situación es que cuando Bryan consiguió romper la última capa del juego habían unos 30.000 jugadores simultáneamente intentando hacer lo mismo así como, una vez conseguido este hito no se dio cuenta hasta pasados los 10 minutos.

Fuente: Wired