Hace unos meses Youzee nos invitó a su presentación en Madrid. El evento fue muy original, y nos contaron todo sobre su funcionamiento, desde lo que ofrecerían hasta el funcionamiento interno explicado por sus ingenieros. Todo estaba genial, el diseño de la web era excelente y la velocidad de carga de las películas una maravilla.

Sin embargo había un fallo: Youzee está en España. El modelo que esta empresa intentaba ofrecer e implantar es muy similar al de Netflix, y parece ser que eso en España es imposible, ya que por muy bien que se quieran hacer las cosas, a uno no le dejan. De hecho la propia Netflix ya anunció su llegada a nuestro país y tuvo que deshacer sus palabras por problemas con las editoras y gestoras de derechos, que no quieren que tengamos un modelo audiovisual moderno y avanzado, ya que siguen viviendo en su pompa.

Tanto es así que Youzee tuvo que abandonar la semana pasada el modelo de suscripción, que es precisamente el que copia a Netflix. Pero aún así, aunque lo hubiesen podido mantener, Youzee era una utopía. Todo era genial y el trabajo que tiene detrás es descomunal, pero faltaba lo importante, faltaba el contenido.

La SGAE y compañía no han querido dejar que este tipo de servicios evolucionen, y la mejor forma ha sido complicándole el acceso a los contenidos. ¿Cómo lo han hecho? Muy sencillo, con precios excesivamente elevados y condiciones imposibles de cumplir si se quiere ofrecer un servicio de calidad. Si Youzee no podía cerrar acuerdos para ofrecer contenidos baratos, era imposible hacer disponibles planes de suscripción mensuales con cantidades y variedad suficiente de estos, y nadie va a pagar 5, 7 ó 10€ al mes si no hay donde elegir.

Desgraciadamente la situación no ha cambiado, y Youzee ha ido a peor, teniendo que despedir al 50% de su plantilla. Todavía estamos a la espera de que la compañía oficialice la cifra, pero desde luego la medida será dura, porque el negocio no acaba de despegar.

Youzee era un servicio excelente y con un funcionamiento buenísimo, su único error ha sido querer hacer bien las cosas. Desgraciadamente mientras en este país ciertas sociedades y gestoras no permitan que el modelo evolucione y admitan que el error de concepto es suyo, no vamos a poder encontrar un modelo mejor, y la gente tendrá que seguir descargando contenidos de donde pueda, sencillamente porque no tiene otra opción.

Una pena que una idea tan buena y bien llevada a cabo técnicamente se quede atrás por culpa de papeleos y normas anticuadas.