Cuando oímos hablar de ola gigante lo normal es pensar en un tsunami, que son provocados por movimientos sísmicos que desplazan grandes masas de agua de forma vertical y crean como consecuencia grandes olas en forma de maremoto. Sin embargo, estos tsunamis no son las únicas olas gigantes, también se pueden crear peligrosos movimientos de agua por otras razones.

El del vídeo de abajo es un ejemplo de estas otras posibilidades, y sucede cuando se produce el desprendimiento de una gran masa hacia el agua, muy comunmente de hielo al caer desde un glaciar o iceberg. Hay una norma marítima que obliga a los barcos que pasan cerca de una de estas masas de hielo a mantener una distancia mayor al doble de lo que el iceberg sobresale por encima del agua.

Sin embargo estos navegantes no quisieron hacer caso de dicha norma, y casi les va la vida en ello. Lo que vivieron fue una de las experiencias más peligrosas que jamás vayan a contar, y salvaron la vida de milagro, porque la fuerza cinética con la que una ola así puede embestir un barco es descomunal, y no sólo corre el riesgo de volcar y hundirse, sino de partirse en varios pedazos.

¿No os parece sorprendente la fuerza que puede llegar a tener el agua?

vía | El Mundo