La Armada y Navantia protagonizarán este jueves una jornada histórica. La botadura de la primera de las cinco fragatas F-110, la F-111 Bonifaz, marca el inicio de una nueva era tanto para la fuerza naval como para el astillero público, inmerso en el desarrollo de estos buques, llamados a ser el pilar de la flota española de cara a las próximas décadas, desde 2022.
Una de las principales capacidades de los nuevos navíos viene dada por el sistema Aegis con el que están equipadas. Desarrollado por la empresa estadounidense Lockheed Martin, este sistema de combate naval integra una amplia gama de sensores y armas para proporcionar defensa aérea y antimisiles.
España es uno de los pocos países del mundo que operan el Aegis, un exclusivo club del que también forman parte Estados Unidos, Japón, Corea del Sur, Noruega y Australia. Actualmente, son los buques de la clase Álvaro de Bazán (F-100) los que integran este sistema de combate.
No obstante, el Aegis con el que estarán equipadas la nueva generación de fragatas presenta una diferencia fundamental: el Spy-7, un radar que desde Lockheed Martin no dudan de calificar como "el más avanzado del planeta".
"El Spy-7 es el sistema de radar más capaz que existe en la actualidad", ha asegurado a EL ESPAÑOL Chandra Marshall, vicepresidenta y gerente general de Soluciones de Combate Multidominio de Lockheed Martin.
El mismo, según ha señalado Marshall, se basa en la capacidad de radar de discriminación de largo alcance (LRDR) que la empresa ha instalado en las instalaciones que la Fuerza Espacial de Estados Unidos posee en Clear, Alaska.
"Se trata de un sistema terrestre, pero hemos adaptado esa capacidad a aplicaciones navales. El radar tiene polarización diversa, una capacidad que ningún otro radar actual tiene y que realmente proporciona una imagen clara para poder tomar decisiones en lo que respecta a los enfrentamientos. Proporciona una capacidad de discriminación significativamente mejorada", ha explicado Marshall.
Radar Spy-7
Por su parte, Dino Font, director de Programas Navales de Lockheed Martin España, ha destacado que una de las principales características del Spy-7 es su fiabilidad y facilidad de mantenimiento. "Puede seguir funcionando incluso si falla un pequeño elemento, el cual se puede cambiar mientras el radar continúa operando", ha subrayado a El ESPAÑOL.
"En cuanto a la arquitectura del sistema, hemos incorporado un margen para permitir que se produzcan fallos y seguir siendo capaces de operar el sistema a plena capacidad", ha detallado Marshall.
Alianza con la industria local
Para el desarrollo de los radares de las nuevas fragatas de la Armada, la empresa estadounidense ha colaborado con distintos actores de la industria nacional de defensa, más allá de Navantia. Por ejemplo, EM&E Group ha suministrado algunos componentes mecánicos de los Spy-7.
"Tenemos una larga trayectoria de colaboración con la cadena de suministro de la Armada española", ha afirmado Marshall. En este sentido, Lockheed Martin ha sellado una alianza con Indra, para el suministro de fuentes de alimentación para los radares, y con ICM, por la que la empresa fabrica cables y otras piezas relacionadas con la electrónica del sistema.
La vicepresidenta y gerente general de Soluciones de Combate Multidominio de Lockheed Martin, Chandra Marshall
"Seguiremos utilizando y colaborando con la cadena de suministro en España para maximizar el valor para la industria española", ha recalcado a El ESPAÑOL Mike Koch, gerente de Sistemas de Misión para Europa de Lockheed Martin.
En este sentido, Koch ha señalado que su compañía evaluará otras aéreas de colaboración en el futuro, especialmente en relación con el mantenimiento de los radares. "Esperamos que sigan operativo en la Armada durante los próximos 40 años", ha dicho.
A la espera del primer radar
Navantia ha anunciado esta semana importantes avances en la integración del Spy-7 con el sistema de combate Scomba, desarrollado por el propio astillero español y con el que están dotados todos los buques de la Armada.
En concreto, el constructor naval y la multinacional estadounidense lograron, por primera vez, que se visualizaran trazas en tiempo real del radar en las consolas Scomba, permitiendo así la ejecución de enfrentamientos simulados sobre blancos reales detectados por el Spy-7.
Este nuevo hito en el programa tuvo lugar en las instalaciones que Lockheed Martin posee en Moorestown, Nueva Jersey. Allí, la compañía cuenta con el sistema Scomba completo, con sus consolas, y realiza pruebas de extremo a extremo con el sistema IAFCL (International Aegis Fire Control Loop), la interfaz y método que utiliza para la integración del Aegis en fuerzas navales extranjeras.
Además, este verano, la empresa estadounidense ha instalado el programa informático Aegis en las oficinas de Navantia en San Fernando (Cádiz) para llevar a cabo pruebas en tierra. "Y el año que viene tendremos el radar Spy-7 con Scomba y Aegis en las instalaciones de integración de Rota (Cádiz), para realizar la integración completa del sistema de combate de las F-110 con el nuevo radar", ha afirmado Marshall.
"Así que se han llevado a cabo muchas actividades diferentes para reducir el riesgo del programa, tanto en Estados Unidos como en las instalaciones de pruebas de España", ha asegurado la responsable del proyecto. Desde Lockheed Martin prevén entregar el primer radar Spy-7, con el que se equipará a la F-111 Bonifaz, en el segundo trimestre de 2026.
