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Una misión de tres meses y medio en la mar junto a la OTAN, como la que ha iniciado este fin de semana el cazaminas 'Sella' de la Armada, esconde "casi un año" de preparación, tal como ha detallado a EL ESPAÑOL el comandante de la embarcación, capitán de corbeta Íñigo Cordero de la Puente.

Este proceso se divide en dos grandes fases: la certificación y el alistamiento. La primera consiste en comprobar que la embarción está lista para cumplir con las misiones asignadas, mediante un análisis que lleva a cabo el Centro de Evaluación y Certificación para el Combate (CEVACO) de la Armada.

Por otro lado, el alistamiento de la tripulación está muy ligado a los aspectos psicológico y familiar. "Detrás de los 46 miembros de la dotación del Sella hay 46 familias que durante los próximos meses tres pierden el apoyo físico y moral directo de un padre, madre, marido, mujer, pareja o hijo, y también los amigos", ha señalado Cordero. 

"Desde el punto de vista familiar, sé que la misión es dura, aunque también tengo la certeza de que estamos preparados para ello y comprometidos con la misión", ha insistido el comandante, padre de cinco hijos. 

El buque español formará parte de la Agrupación Permanente de Cazaminas Número 2 de la Alianza Atlántica (SNMCMG-2, por sus siglas en inglés), hasta el próximo 18 de diciembre. De esta manera, hasta finales de año, la embarcación llevará a cabo distintas operaciones navales con el objetivo de salvaguardar la libertad de navegación en el mar Mediterráneo.

"La SNMCMG-2 es uno de esas agrupaciones marítimas permanentes de la OTAN que garantizan la respuesta inmediata en el dominio marítimo. Estos grupos permiten disponer de una capacidad marítima para actuar ante una posible crisis o conflicto, o bien para efectuar otro tipo de actividades", ha explicado Cordero.

Entre esas otras tareas de las que habla el comandante se encuentran el asegurar la presencia en aguas de interés para la Alianza, demostrar su solidaridad con otros países, llevar a cabo visitas diplomáticas y mejorar las capacidades marítimas de la OTAN para futuras operaciones.

Cazaminas 'Sella' Armada

No obstante, uno de los principales objetivos de este despliegue está relacionado con operacones de caza de minas, es decir, la localización y neutralización de minas que puedan encontrarse en el mar con el fin de asegurar la libre circulación del tráfico marítimo. 

Al respecto, el comandante Cordero ha puesto en relieve lo que supondría para España, un país eminentemente costero, cerrar una ruta o un puerto como consecuencia de la presencia de estos explosivos submarinos. 

"En España, el 85% de las importaciones y el 60% de las exportaciones se hacen por vía marítima; y además tiene en su costa uno de los puntos críticos para la navegación más importantes del mundo como es el estrecho de Gibraltar, por donde navega el 10% del tráfico marítimo mundial", ha destacado el militar. 

"Por ese motivo, es muy necesario tener una Armada operativa y bien equipada para garantizar nuestra contribución a la defensa de nuestro litoral, nuestros mares y nuestros intereses", ha insistido. 

Una misión 24/7

Para llevar a cabo sus cometidos, el Sella está equipado con un sonar para la detección y localización de minas u objetos submarinos, un vehículo submarino 'Pluto Plus' para identificar los objetos del fondo y una cámara hiperbárica para apoyo a las operaciones de buceo.

"El trabajo a bordo es tan rutinario como demandante, así que nunca podemos bajar la guardia", ha asegurado Cordero. "Hay gente trabajando 24 horas al día los siete días de la semana. Por eso, mientras navegamos, el barco se divide en dos guardias, y cada una de ellas realiza seis horas de trabajo y seis de descanso".

Vehículo submarino 'Pluto Plus' con el que está equipado el cazaminas 'Sella' Armada

Esa guardia, explica el comandante, se encarga de la navegación, del correcto funcionamiento de las máquinas, la elaboración de comidas, el mantenimiento de las comunicaciones militares con los mandos y realizar los ejercicios navales con otros buques.

"Por otro lado, las seis horas de descanso son absolutamente imprescindibles para todos, y se usan para hacer deporte, socializar a bordo, hablar con las familias y descansar", ha detallado.

El trabajo coordinado con los buques de los otros países aliados que participan de la misión es una parte clave de la misma e indispensable para conseguir la interoperabilidad entre los diferentes socios de la Alianza Atlántica. Por esta razón, la dotación del 'Sella' realiza ejercicios con otras marinas para adiestrarse a través de los mismos procedimientos.

"La base de nuestra operatividad conjunta es la preparación permanente para garantizar la seguridad marítima en el espacio común y de interés de la OTAN. Parece sencillo, pero se necesita mucho adiestramiento para poder operar o cumplir las misiones de manera eficaz y eficiente", ha asegurado Cordero. 

Puente de mando del cazaminas 'Sella' Armada

En la actual agrupación SNMCMG2, el mando recae sobre Italia, que aporta el buque de mando y un cazaminas, y hasta diciembre participarán, junto al buque español, cazaminas de Francia, Grecia,Turquía y Portugal.

El ‘Sella’ es la segunda unidad de los cazaminas clase ‘Segura’. En servicio desde 1999, el navío presenta una eslora de 54 metros, una manga de 9,5 m y un calado de 2,5 m. Es capaz de desplazar 570 toneladas y alcanzar 14 nudos de velocidad máxima.

Entre sus misiones más destacadas, el 'Sella' ha actuado en 11 despliegues en agrupaciones permanentes de la OTAN y uno integrado en la Fuerza Marítima Europea (EUROMARFOR). Además, ha brindado apoyo en la detección del patrimonio arqueológico submarino, como, por ejemplo, en el caso del pecio 'Reina Regente'. En 2024, participó en la labores de apoyo de la DANA de Valencia.