D. Barreira
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Las claves

La reanudación de las conversaciones de paz no rebaja la ferocidad de la guerra aérea. Un nuevo bombardeo masivo ruso con 22 misiles y más de 460 drones en la madrugada de este martes sobre Ucrania se ha saldado con la muerte de al menos seis personas en Kiev. El ataque destruyó varios edificios en zonas residenciales y ha provocado cortes en el suministro de calefacción en parte de la capital ucraniana.

Ucrania también atacó con aparatos no tripulados la región de Rostov, al sur de Rusia, donde se han contabilizado tres muertos. El Ministerio de Defensa ruso informó sobre el derribo de 249 drones ucranianos, pero algunos de ellos impactaron contra objetivos militares en el puerto de Novorosíisk, situado en el mar Negro y ya golpeado unos días atrás, o la ciudad de Krasnodar.

En un primer momento, los Servicios de Emergencia ucranianos habían informado de dos muertos en un edificio de nueve plantas del distrito de Dnipró de Kiev. Sin embargo, la administración militar regional informó posteriormente del fallecimiento de otras cuatro personas en el distrito de Sviatoshin como resultado del último ataque del Ejército de Vladímir Putin.

Alrededor de una decena de personas han resultado heridas, según los distintos balances ofrecidos por las autoridades. Según el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, cuatro drones rusos invadieron el espacio aéreo de Moldavia y Rumanía.

El mandatario subryaó que el nuevo incidente es un recordatorio a todos los socios de Kiev de la importancia de seguir armando a Ucrania y ejerciendo presión con sanciones sobre Rusia. "No puede haber pausas en la asistencia. Lo más importante es que todos los aliados avancen hacia la diplomacia juntos, con esfuerzos conjuntos", reclamó.

El Ministerio de Energía ucraniano ha explicado que este bombardeo ruso contra Ucrania tenía entre sus objetivos el sistema energético, que ha perdido buena parte de su capacidad de generación de electricidad y de procesamiento de gas este otoño como consecuencia de los repetidos ataques masivos de Rusia.

Uno de los objetivos del bombardeo fueron las infraestructuras portuarias y energéticas de la región de Odesa, en el sur del país invadido, según informó su gobernador, Oleg Kiper, en un mensaje publicado en su canal de Telegram. Como consecuencia de las explosiones se han registrado media docena de heridos.

El Ministerio de Defensa ruso ha defendio que el bombardeo, el segundo en entidad sobre Kiev en el mes de noviembre, es la respuesta a "los ataques terroristas de Ucrania contra instalaciones civiles" en su territorio. Según un comunicado, se logró alcanzar la industria militar, la red energética y los arsenales donde se guardan los aparatos no tripulados de largo alcance.

El nuevo intercambio de ataques aéreos se registra cuando los contactos diplomáticos se instensifican. Altos cargos de EEUU, Ucrania y los aliados europeos han mantenido varias rondas de conversaciones en los últimos días para enmendar el plan de paz elaborado por Rusia, incluyendo las demandas de Kiev.

De hecho, la delegación estadounidense se reunirá este martes en Abu Dabi con su contraparte rusa para avanzar en las negociaciones, según Financial Times. Zelenski ha celebrado los contactos registrados en Ginebra, asegurando que hay "muchas perspectivas para la paz", si bien desde Moscú, el ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov, ha insistido en que el documento debe reflejar el "espíritu y la letra" de lo acordado por Trump y Putin en la cumbre de Alaska del pasado agosto.

Fuego en una base aérea

Los drones ucranianos han volado hasta Taganrog, en el óblast de Rostov, donde provocaron un incendio en una base aérea según un análisis del canal de noticias ruso Astra. Las imágenes del ataque compartidas en redes sociales muestran un incendio en una pista cercana a las instalaciones y un avión envuelto en llamas.

La Compañía Aeronáutica Beriev produce aeronaves militares rusas, incluyendo hidroaviones anfibios y el inusual avión espía A-50. La instalación está ubicada cerca del aeródromo militar de Taganrog-Yuzhny y ha sido blanco de ataques ucranianos en el pasado, según recoge The Kyiv Independent.

El gobernador de la provincia, Yury Slyusar, confirmó el ataque sobre Taganrog, pero no hizo mención a la base aérea. Tan solo describió daños en viviendas residenciales, un almacén y un gasoducto externo. También indicó que tres personas murieron y otras ocho resultaron heridas.

En el puerto de Novorosíisk se registró otro intenso ataque con drones contra una instalación de sistemas de defensa aérea S-400 que ya había sido atacada el pasado 14 de noviembre, según el Servicio Secreto de Ucrania (SBU), además de contra un buque de desembarco ruso y una terminal de carga y descarga de petróleo. Los vecinos compartieron varios vídeos en las redes en los que se aprecia cómo un misil, probablemente un proyectil ruso lanzado para interceptar a un aparato enemigo, impacta contra un edificio.