Las autoridades italianas han destapado un caso estremecedor de maltrato en residencias para personas vulnerables en Sicilia.
Los Carabineros de Ragusa anunciaron este lunes la detención de 16 personas acusadas de infligir graves abusos físicos y psicológicos a ancianos y discapacitados alojados en dos centros de la localidad de Pachino.
Entre los arrestados figuran tanto propietarios como empleados de las instalaciones, que albergaban a una veintena de residentes, como adelantó Efe.
La investigación, dirigida por la Fiscalía de Siracusa, comenzó tras recibir denuncias sobre las pésimas condiciones y la ausencia de cuidados adecuados.
Las pesquisas incluyeron escuchas telefónicas y grabaciones con cámaras ocultas que documentaron escenas de violencia física -bofetadas, puñetazos y empujones- y verbal -gritos, insultos y amenazas- contra los pacientes.
Según los Carabineros, estas prácticas, toleradas e incluso ordenadas por la administración de los centros, generaron un estado persistente de abatimiento y frustración entre los internos.
Abusos documentados
Uno de los casos más alarmantes fue el de una joven con problemas psiquiátricos que permanecía atada a su cama con restricciones desproporcionadas, lo que comprometía funciones básicas como comer o asearse.
También se descubrió que varios residentes habían recibido terapias farmacológicas, algunas de ellas invasivas, administradas por personal sin cualificaciones profesionales específicas, con el consiguiente riesgo para su salud.
Cierre de centros
La gravedad de los hallazgos llevó a las autoridades a ordenar el cierre preventivo de tres centros: los dos investigados y un tercero vinculado a la misma cooperativa.
Todos los pacientes fueron reubicados en instalaciones sanitarias adecuadas para garantizar su bienestar y recibir atención especializada.
Este nuevo escándalo vuelve a poner sobre la mesa el problema del control y supervisión de las residencias de mayores en Italia.
Problema estructural
Organizaciones de derechos humanos llevan tiempo advirtiendo de las deficiencias estructurales del sector, especialmente en regiones donde la falta de inspecciones rigurosas facilita que se produzcan episodios de maltrato y negligencia sin que salgan a la luz hasta que el daño ya está hecho.
En el caso de Pachino, la combinación de denuncias ciudadanas y trabajo encubierto de los Carabineros permitió destapar una trama que, según los investigadores, vulneraba de forma sistemática la dignidad y los derechos más básicos de personas especialmente vulnerables.
