El Gobierno de Alemania, encabezado por el Partido Socialdemócrata (SPD), retirará a Gerhard Schröeder parte de los privilegios a los que tiene derecho como excanciller, incluida una oficina propia, por sus vínculos con Rusia.

Desde el inicio de la guerra en Ucrania, hace ya 84 días, Schröeder se ha negado condenar la invasión de Rusia y a romper sus contactos con Vladímir Putin. También ha rechazado dejar de ser presidente del Consejo de Vigilancia del gigante energético ruso Rosneft y sus cargos en Nord Stream.

Ante esto, el Gobierno de Olaf Scholz va a aprobar este jueves un cambio normativo con el que dejará a Gerhard Schröeder son dercho a oficina y a personal. Eso sí, el excanciller alemán mantendrá los guardaespaldas y su pensión, algo que desde la oposición ya habían reclamado, sin éxito, desde hace semanas. 

Desed el incio de la guerra, al menos cuatro de sus más directos colaboradores de Schröder, entre ellos el jefe de su oficina, Albrecht Funk, abandoran sus puestos tras rechazar romper su relación con Rusia.

El SPD le pide que deje el partido

Ya el pasado mes de abril, el SPD pidió a Schröeder que abandonara el partido por sus vínculos con el Kremlin y sus cargos en empresas rusas. "Schröder actúa desde hace varios años sólo como un hombre de negocios. Tenemos que dejar de verlo como estadista y excanciller. Gana dinero gracias a su trabajo para empresas estatales de Rusia. Su defensa de Vladímir Putin a las acusaciones de crímenes de guerra es absurda", dijo la copresidenta del SPD, Saskia Eske, que le exigió abandonar el partido. 

Schröder publicó días después del inicio de la invasión un artículo en el New York Times en el que pedía al Gobierno alemán mantener las relaciones con Rusia, pese a la guerra. 

En él sosotuvo que Putin está interesado en acabar la guerra pero que hay algunos puntos que deben ser aclarados y, aunque admite que la masacre de Bucha debe ser investigada, puso en duda que la orden haya salido de Putin y hacía responsables a mandos inferiores.

La petición del SPD llegó mes y medio después de que cuatro de los más directos colaboradores de Schröder, entre ellos el jefe de su oficina, Albrecht Funk, abandoran sus puestos tras rechazar romper su relación con Rusia.

Rosneft y Nord Stream

Schröder es presidente del Consejo de Vigilancia del gigante energético ruso Rosneft y tiene cargos además en Nord Stream. Además, está nominado en el Consejo de Vigilancia de Gazprom, al que previsiblemente accederá en junio.

Durante sus años de Gobierno (1998-2005), Schröder desarrolló una estrecha relación con Putin que llevó a la construcción del gasoducto Nord Stream I y a un aumento de la dependencia energética de Rusia. A su salida del Gobierno pasó a ocupar varios cargos en empresas rusas. 

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