Bruselas

La pandemia del coronavirus llega a su fase aguda en toda la Unión Europea. Tras varios días de dudas y vacilaciones, un gran número de Estados miembros -entre ellos Finlandia, Eslovaquia, Irlanda, Polonia, Dinamarca o Bélgica- se han lanzado a adoptar medidas restrictivas generalizadas para tratar de mitigar la expansión de la enfermedad, como la prohibición de grandes eventos, el cierre de escuelas o la promoción del teletrabajo.

El punto de inflexión se produce después de que el Centro Europeo de Prevención y Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés) haya alertado de que el riesgo de colapso de los sistemas sanitarios de los países europeos por el desbordamiento del coronavirus es "alto".

"En la actual situación en la que el Covid-19 se está propagando rápidamente por todo el mundo y el número de casos en Europa aumenta a un ritmo creciente en varias áreas afectadas, se necesitan medidas selectivas inmediatas", afirma el último informe de evaluación de riesgo publicado este jueves por el ECDC. "En pocas semanas o incluso días, es probable de que situaciones similares a las que se han visto en China o en Italia se den en otros países de la UE o en Reino Unido", prosigue el estudio.

El riesgo de enfermedad grave asociada a la infección de Covid-19 es "moderado" para la población general de la UE pero "alto" para las personas mayores mayores o con patologías crónicas subyacentes, avisa el ECDC. El riesgo de contagio es particularmente elevado en centros sanitarios o centros donde se concentra una gran proporción de población vulnerable, como las residencias de ancianos.

Pasar de la contención a la mitigación

El ECDC reclama a los Gobiernos europeos cambiar rápidamente de un enfoque de contención de la pandemia, que considera que ya no es factible dado que se está generalizando el contagio comunitario sostenido, a otro de mitigación. El objetivo prioritario debe ser retrasar el pico de la pandemia, precisamente para evitar el colapso de los sistemas sanitarios.

Dado que no existe vacuna ni tratamiento ni inmunidad preexistente, los expertos recomiendan todo tipo de medidas de distancia social. En particular, el informe reclama el inmediato aislamiento de personas enfermas o con síntomas de Covid-19; la suspensión de eventos masivos; el teletrabajo, la suspensión de reuniones y la cancelación de viajes no esenciales en el entorno laboral; o el posible cierre de escuelas pero teniendo en cuenta efectos secundarios negativos como los contagios a abuelos vulnerables.

La medida más extrema que sugiere el ECDC es "el cordón sanitario en torno a áreas residenciales con altos niveles de transmisión local". 

"Sólo con medidas agresivas de contención podemos retrasar la transmisión del Covid-19. Muchos Estados miembros ya han tomado medidas de largo alcance, que impactan sobre la vida diaria de nuestros ciudadanos y sobre nuestra economía. Estas medidas son más necesarias que nunca en toda la UE", ha dicho la comisaria de Sanidad, Stella Kyriakides.

Las instituciones de la UE han sido las primeras en dar ejemplo. La Eurocámara ha suspendido toda la actividad la semana que viene y el próximo pleno de principios de abril se traslada de Estrasburgo a Bruselas y su duración se recorta. El Consejo sólo celebrará reuniones consideradas "esenciales", entre ellas el Ecofin de la semana que viene y la cumbre del 26 y 27 de marzo. La Comisión generaliza el teletrabajo desde el lunes.

Los negociadores de la UE y de Reino Unido han decidido de común acuerdo suspender la segunda ronda de diálogo para un acuerdo post-brexit, que estaba prevista para la semana que viene en Londres. Las dos partes están explorando alternativas para proseguir con el diálogo, entre ellas el uso de videoconferencias.

Controles fronterizos y viajes desaconsejados

Tras el aislamiento total decretado en Italia y las medidas restrictivas adoptadas por Francia (cuyo presidente, Emmanuel Macron, ha anunciado solemnemente el cierre de escuelas y guarderías) y, en menor medida, por Alemania y España, en las últimas horas se ha sucedido una cascada de anuncios por parte de otros Estados miembros. Eso sí, pese a los intentos de Bruselas de coordinar estas iniciativas, cada Gobierno actúa por su cuenta.

Dinamarca clausura también todas sus escuelas y universidades y ha empezado a enviar a casa a todos los empleados del sector público que no tienen trabajos críticos. Austria ha notificado a Bruselas la introducción temporal de controles fronterizos con Italia durante un periodo de 10 días. Eslovenia suspende el tráfico ferroviario con Italia y sólo dejará entrar a las personas que puedan demostrar que no están infectadas de Covid-19.

Eslovaquia introduce controles fronterizos, cancela los viajes internacionales por avión, tren o autobús y clausura temporalmente las escuelas y centros deportivos y de entretenimiento como piscinas o discotecas. El Gobierno polaco ha cerrado las escuelas, museos y cines y recomienda a la población trabajar desde casa.

Irlanda ha cerrado colegios, universidades e instituciones culturales, prohíbe los eventos a puerta cerrada donde haya más de 100 personas y las reuniones al aire libre de más de 500 personas y recomienda también el teletrabajo. Finlandia también veta las reuniones de más de 500 personas y recomienda a sus ciudadanos no viajar a ningún lugar del mundo, unas medidas muy similares a las de Suecia.

En el grupo de los rezagados, el primer ministro holandés, Mark Rutte, ha anunciado la cancelación de eventos que reúnan a más de 100 personas, lo que implica el cierre de museos, salas de conciertos, teatros o clubes deportivos. En cambio, Países Bajos mantendrá abiertas escuelas y guarderías por considerar que clausurarlas tendría un "impacto significativo en la sociedad sin contribuir significativamente a la reducción del contagio del coronavirus".

Bélgica cierra las escuelas pero no las guarderías y pide a los padres que no dejen a los niños al cuidado de los abuelos por ser un grupo de riesgo. Todas las actividades recreativas, ya sean deportivas, culturales o folclóricas, independientemente de su tamaño, se anulan. Discotecas, cafés y restaurantes tendrán que cerrar. Farmacias y supermercados seguirán abiertos. El resto de centros comerciales abrirán durante la semana pero cierran en fin de semana.

El Gobierno portugués de António Costa ha sido el último en anunciar la clausura de todas las escuelas a partir del lunes y al menos hasta el 9 de abril. También cierran las discotecas y habrá restricciones de capacidad para centros comerciales y restaurantes. Además, Portugal no permitirá que desembarquen pasajeros de cruceros, salvo residentes en el país.

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