Bruselas

Emmanuel Macron pide a la Unión Europea que adopte una línea dura para protegerse y evitar contagiarse del caos de la política británica. No tiene ningún sentido conceder a Londres una prórroga larga o una serie de prórrogas cortas si no hay ninguna mayoría para materializar el adiós de Reino Unido. El presidente francés apuesta por cortar amarras definitivamente con un brexit caótico a las bravas el 29 de marzo si, como parece previsible, la Cámara de los Comunes rechaza por tercera vez la semana que viene el acuerdo de divorcio que Theresa May firmó en noviembre con Bruselas.

"Theresa May ha pedido una prórroga puramente técnica en caso de votación positiva en el Parlamento británico. Vamos a discutirlo, pero yo estoy abierto a que haya una prórroga técnica lo más corta posible si Westminster aprueba el acuerdo", ha explicado Macron a su llegada a la cumbre en Bruselas en la que los líderes de los Veintisiete deben responder a la solicitud de Londres. 

"En caso de una votación negativa de los británicos, nos dirigiríamos hacia un no  acuerdo. Todos los sabemos. Es absolutamente esencial ser claros estos días y en estos momentos porque el buen funcionamiento de la UE depende de ello. No podemos tener prórrogas excesivas que bloquearían nuestra capacidad de decidir y de actuar", ha subrayado el presidente francés.

A juicio de Macron, la UE no puede dejarse arrastrar por "lo que es una crisis política británica". "Desde el momento en que los británicos son incapaces de alcanzar ninguna mayoría positiva sobre ningún proyecto, sería irresponsable por nuestra parte conceder prórrogas que no sean puramente técnicas sin saber qué desean hacer", sostiene. La única posibilidad de una extensión larga sería un "cambio político profundo", es decir, la convocatoria de elecciones.

Aunque Francia es el país que tradicionalmente ha adoptado una línea más dura en las negociaciones del brexit, entre los líderes europeos empiezan a imponerse las tesis de Macron. El caos de la política británica y los constantes giros en la posición negociadora de May han acabado con la paciencia de la UE. Los dirigentes comunitarios no quieren prolongar la agonía y se resignan a un brexit sin acuerdo, pese a ser conscientes del fuerte impacto negativo que tendrá también sobre el continente. 

De hecho, los jefes de Estado y de Gobierno de los 27 tienen previsto decirle a la primera ministra británica que sólo aprobarán su petición de prórroga si el Parlamento británico da luz verde la semana que viene al Acuerdo de Retirada. En caso contrario, el escenario más probable es un brexit sin acuerdo el 29 de marzo.

El último borrador que manejan los líderes fija la prórroga hasta el 22 de mayo, en lugar del 30 de junio, para evitar que interfiera con las elecciones a la Eurocámara, que comienzan al día siguiente. Como Reino Unido no quiere participar en estos comicios, ya no será posible ninguna extensión adicional, señala el texto publicado por BuzzFeed.

A su llegada a la reunión, May ha dicho que todavía espera convencer a la Cámara de los Comunes de que apruebe su acuerdo del brexit. "Es el momento de que el Parlamento se decida. Una prórroga corta nos da esa oportunidad de decidir dejar la UE, de cumplir el resultado del referéndum y espero sinceramente que sea con un acuerdo negociado", ha asegurado la primera ministra británica.

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