La primera ministra británica, Theresa May, no solicitará a la Unión Europea (UE) una prórroga prolongada del brexit, indicaron este miércoles fuentes oficiales.

"La primera ministra no pedirá una larga extensión" porque hay razones para darle al Parlamento "un poquito más de tiempo" para llegar a un acuerdo a fin de desbloquear la crisis del brexit, indicó una fuente de la residencia oficial de Downing Street.

"El pueblo de este país ha estado esperando casi tres años (para la retirada británica de la UE). Está harto con el fracaso del Parlamento a la hora tomar una decisión y la primera ministra comparte esa frustración", dijo la fuente, antes de que May escriba al presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, para pedir el retraso.

Según algunos medios, la jefa del Gobierno conservador puede solicitar el retraso del "divorcio" británico hasta el 30 de junio, un mes después de la fecha en principio estimada del 22 de mayo, ya que a lo largo de este miércoles May ha rectificado a finales del mes de junio.

"Escribo al Consejo Europeo para pedir una extensión del artículo 50 hasta el 30 de junio", ha dicho may a Donald Tusk. "Como primera ministra, no estoy preparada para retrasar el 'brexit' más allá del 30 de junio", ha añadido.

Una fecha que podría obligar al Reino Unido a participar en las elecciones europeas del próximo mayo.

Reino Unido tendría que buscar otra fecha para la salida

La prórroga deberá ser aprobada por unanimidad por los otros 27 países comunitarios en la cumbre que se celebrará mañana en Bruselas, a la que asistirá la primera ministra.

De concederse esta extensión de la validez del Artículo 50 del Tratado de Lisboa, que establece un periodo de negociación de dos años desde el momento de la notificación de la salida de un país miembro, el Reino Unido tendrá que legislar el cambio de fecha porque los diputados aprobaron el año pasado la ley que fija el 29 de marzo para la desconexión de Bruselas.

May acude este mediodía a la Cámara de los Comunes para la sesión semanal de preguntas a la jefa de Gobierno, que se espera esté marcada por un intenso debate sobre el proceso del brexit.

La primera ministra aún confía en poder scar adelante el acuerdo del brexit que negoció durante casi dos años con la UE, si bien ya fue rechazado en dos ocasiones -enero y marzo- por la Cámara de los Comunes, principalmente por la oposición de los diputados conservadores euroescépticos y sus socios del pro-británico Partido Democrático Unionista (DUP) de Irlanda del Norte.

No obstante, el presidente de la cámara baja, John Bercow, le ha dicho al Gobierno que no puede presentar el pacto otra vez a votación si no había cambios significativos en su contenido.

Bercow, la máxima autoridad en los Comunes, citó al "Erskine May", un texto autorizado de legislación parlamentaria y procedimiento, para argumentar que una moción derrotada no puede ser sometida a otra votación durante el actual curso parlamentario.

En las dos votaciones del pacto, el DUP lo rechazó por sus reservas acerca de la salvaguarda irlandesa, pensada para evitar una frontera dura entre las dos Irlandas.