Bruselas

La justicia europea avala la política de estímulos monetarios del Banco Central Europeo (BCE) frente a los ataques que ha recibido desde Alemania, donde se acusa al órgano presidido por Mario Draghi de "expropiar" a ahorradores y pensionistas. El Tribunal de Justicia de Luxemburgo (TJUE) ha dictaminado este martes que el programa de compra de deuda púbica que el BCE puso en marcha en marzo de 2015 se ajusta perfectamente a la legalidad: no excede del mandato del banco y no incumple la prohibición de financiación monetaria.

Mediante este programa, al que un gran número de economistas atribuyen la recuperación de la eurozona tras la Gran Recesión, el BCE ha adquirido cerca de 2,2 billones de euros de deuda pública de la eurozonade los cuales 260.000 millones corresponden a bonos españoles. Draghi tiene previsto poner fin de forma definitiva a las adquisiciones este mes de diciembre pese a la ralentización económica en la UE.

La sentencia del TJUE responde a una cuestión planteada por el Tribunal Constitucional de Alemania, que también ha expresado reiteradamente sus dudas sobre las políticas del BCE. El Constitucional alemán está examinando una serie de recursos de amparo presentados por varios grupos de particulares contra la adquisición de bonos públicos. Los demandantes sostienen que esta política vulnera la prohibición de financiación monetaria de los Estados miembros y el principio democrático consagrado en la Ley Fundamental alemana, por lo que atentan contra la identidad constitucional alemana. 

Todos los argumentos de Berlín, rebatidos

El Tribunal de Justicia de la UE rebate todos estos argumentos y concluye que el programa en cuestión es perfectamente válido. En primer lugar, el fallo sostiene que la compra de deuda pública "no excede del mandato del BCE". Al contrario, "se encuadra en el ámbito de la política monetaria y respeta el principio de proporcionalidad".

A juicio del TJUE, el plan "no va manifiestamente más allá de lo necesario para aumentar la tasa de inflación" hasta el objetivo del 2%. Los demás instrumentos de los que disponía Draghi "no permitían contrarrestar el riesgo de deflación": los tipos de interés clave "se aproximaban a su límite inferior posible" y ya se había puesto en marcha un programa de compra masiva de valores del sector privado.

Finalmente, los jueces aseguran que el plan de compra de deuda no incumple la prohibición de la financiación monetaria, que impide que el BCE conceda ningún tipo de crédito a un Estado miembro. "La ejecución de este programa no equivale a la adquisición de bonos en el mercado primario ni neutraliza de cara a los Estados miembros los incentivos para aplicar una política presupuestaria sana", concluye el fallo.

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