Bruselas

"Normalmente tenemos algunos trucos: hemos prometido prometer". La presidenta lituana, Dalia Grybauskaité, ha sido la única que se ha atrevido a burlarse este domingo en público de las garantías de veto sobre Gibraltar que la UE y Reino Unido le han dado a Pedro Sánchez en la cumbre del brexit para convencerle de que desbloqueara el acuerdo de divorcio. ¿Entonces es sólo una promesa?, le ha insistido una periodista. Grybauskaité no ha querido seguir con la ironía. "No, no, no. Normalmente cuando prometemos algo lo cumplimos, tarde o temprano", ha contestado con una sonrisa. No era cuestión de abrir un conflicto diplomático entre Lituania y España.

Sánchez se conforma con una declaración escrita sobre Gibraltar y levanta el veto al 'brexit'

La gestión que ha hecho el presidente del Gobierno español sobre Gibraltar estos últimos días ha provocado un "profundo malestar" entre sus socios europeos, según explican fuentes diplomáticas. En solo una semana, Sánchez ha gastado mucho capital político en la UE con su amenaza, repetida hasta cuatro veces, de vetar el acuerdo del brexit. Y pese a utilizar esta "opción" nuclear, su arma más potente, el resultado que ha obtenido no está a la altura de lo que él mismo había exigido: una carta del embajador británico ante la UE y dos declaraciones políticas que se han publicado este domingo en un anexo a las actas de la reunión del Consejo Europeo.

"En el último momento"

En Bruselas se quejan de que las exigencias españolas sobre Gibraltar "llegaron en el último momento" y han estado a punto de hacer descarrilar la reunión extraordinaria sobre el brexit. De hecho, la convocatoria de la cumbre estuvo en el aire hasta el sábado a las 14:00 horas. A esa hora, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, habló por teléfono por Sánchez y cerró con él los últimos flecos del apaño sin valor jurídico que se ha ofrecido a España. Sólo entonces envió la carta de invitación al resto de líderes europeos. Los jefes de Estado y de Gobierno de los 27 y May estaban ansiosos por cerrar cuanto antes el divorcio y dejar atrás las turbulentas negociaciones del brexit.

La solución que se le ha dado a España "es una declaración política que describe la situación actual" y "no tiene validez legal". "Es como decir que sale el sol cada mañana", señalan las fuentes consultadas. España tendrá capacidad de veto sobre Gibraltar como el resto de Estados miembros, ya que el futuro acuerdo comercial con Reino Unido deberá ser ratificado por los parlamentos nacionales de los 27. 

En Bruselas temen que la gesticulación de Sánchez sobre Gibraltar haya acabado de arruinar las ya de por sí escasas posibilidades de que la Cámara de los Comunes ratifique el Tratado de Retirada de Reino Unido. Que sea lo que acabe decantando la derrota de May en el Parlamento británico. De hecho, las palabras del presidente del Gobierno cantando victoria y reclamando la cosoberanía del Peñón han tenido un amplio eco en la prensa británica. Pero la línea política del Consejo Europeo es ayudar a May a sacar adelante el acuerdo del brexit y no debilitarla todavía más. La alternativa es un brexit caótico que también perjudicaría gravemente a la economía europea.

Sánchez da marcha atrás

Todo apunta a que las quejas de sus socios europeos han llegado a oídos del propio Sánchez, que este domingo se ha mostrado mucho más cauto sobre Gibraltar en su rueda de prensa. Si en su discurso del día anterior el presidente del Gobierno aseguraba que en la siguiente fase de negociaciones "vamos a tener que hablar de la cosoberaníacon Londres, ahora ha evitado repetir esta reivindicación, aunque se le ha preguntado hasta en dos ocasiones. "No tenemos que adelantar ningún escenario", adujo. 

Eso sí, el presidente del Gobierno ha repetido que el acuerdo sobre Gibraltar da a España un "triple blindaje" que le permitirá negociar con Reino Unido desde una "posición de fuerza". "El planteamiento que tiene el Gobierno de España es, de una vez por todas, resolver un conflicto que lleva más de 300 años existiendo y esa es nuestra voluntad", ha asegurado Sánchez. Si en el futuro surgen diputas con Londres, ¿qué base jurídica hay para garantizar que España no va a tener problemas? "Toda, tenemos toda la base jurídica", ha respondido.

El planteamiento que tiene el Gobierno de España es, de una vez por todas, resolver un conflicto que lleva más de 300 años existiendo y esa es nuestra voluntad

Pero la primera ministra británica sigue sin ceder ni un ápice. "Estoy orgullosa de que Gibraltar sea británico y su estatus constitucional no cambiará", ha sentenciado May este domingo. "Que nadie lo dude: para la relación futura (con la UE), Reino Unido negociará en nombre de toda la familia, incluyendo Gibraltar", ha subrayado May. Un recado dirigido a Sánchez, que sostiene que ha logrado excluir al Peñón de la negociación general sobre las relaciones futuras entre la UE y Londres. 

Por su parte, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, ha cerrado filas con España y con Sánchez. "Hemos garantizado que no habrá negociaciones sobre Gibraltar entre Reino Unido y la UE sin el acuerdo de España", ha resaltado. No obstante, admite también indirectamente el malestar que este episodio ha causado entre el resto de socios europeos. "Para muchos observadores que no estaban en las negociaciones, este ha sido un momento de tragedia final", ha señalado.