Bruselas

¿Será el acuerdo de divorcio que han cerrado este domingo la UE y Reino Unido uno de los Tratados con supervivencia más corta de la historia? Ha costado 17 meses de duras negociaciones -con drama de último minuto sobre Gibraltar incluido- pero podría desintegrarse en cuestión de semanas. El Parlamento británico lo votará antes de Navidad (probablemente la semana del 10 al 14 de diciembre) y la primera ministra Theresa May no parece contar con votos suficientes para sacarlo adelante: no lo apoyan los laboristas, ni el partido unionista irlandés DUP, ni siquiera la facción más euroescéptica de su partido, liderada por el ex ministro de Exteriores, Boris Johnson.

Fiel a su fama de resistente, May ha lanzado en Bruselas la campaña para salvar el acuerdo del brexit, en la que ha contado con la ayuda de los líderes de la UE. Más allá del drama de la separación, las dos partes comparten un interés común en limitar los daños de la salida de Reino Unido. La alternativa que nadie quiere es que el 29 de marzo de 2019, la fecha del brexit, no haya ningún acuerdo: un escenario que dañaría gravemente a las economías de ambos lados del Canal de la Mancha, aunque más a la británica.

La alternativa que nadie quiere es que no haya ningún acuerdo: un escenario que dañaría gravemente a las economías de ambos lados del Canal de la Mancha

"No aprobar este acuerdo nos llevaría a más división e incertidumbre. Es el momento de que Reino Unido avance", ha defendido May. Apela directamente a la responsabilidad de los miembros de la Cámara de los Comunes, que van a tener que afrontar "una de de las votaciones más importantes en muchos años". "Los británicos no quiere pasar ya más tiempo discutiendo sobre el brexit", sino que quieren volver a centrarse en las prioridades de política nacional, como la sanidad o la creación de empleo, sostiene.

La primera ministra británica jugará la carta del miedo. A los laboristas que sueñan con renegociar un acuerdo mejor con la UE, su respuesta es que eso es imposible. "Tenemos el mejor acuerdo disponible. Es el único acuerdo posible", ha repetido una y otra vez en su rueda de prensa en Bruselas. La única alternativa es el caos: colas kilométricas de camiones en el puerto de Dover para pasar los controles aduaneros camino de Calais, perturbaciones generalizadas en el tráfico aéreo o incluso desabastecimiento de alimentos y fármacos en Londres.

Los líderes de la UE arropan a May

En este aviso, May ha contado este domingo con la complicidad del resto de líderes europeos. "Los que piensan que, rechazando el acuerdo, podrán obtener un trato mejor, quedarán decepcionados", ha asegurado el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker. El Tratado de Retirada que está sobre la mesa, ha añadido, "es el mejor acuerdo posible". Esta consigna la han repetido, de uno u otro modo, todos los líderes europeos.

Los jefes de Estado y de Gobierno de los 27 se han dirigido directamente a los comunes británicos para pedirles que voten que sí. "El trato que hemos alcanzado hoy es el mejor paquete posible para evitar un escenario de no acuerdo. Sienta las bases para una colaboración ambiciosa entre la UE y Reino Unido en el futuro. Espero que sea apoyado por el Parlamento británico. Reabrirlo no es ni será una opción", asegura el joven primer ministro austriaco Sebastian Kurz, cuyo país ocupa la presidencia de turno de la UE.

El trato es el mejor paquete posible para evitar un escenario de no acuerdo. Sienta las bases para una colaboración ambiciosa entre la UE y Reino Unido en el futuro

Para los euroescépticos más radicales, a los que no les disuade ni el riesgo del caos, la amenaza de May es que al final "no haya brexit". Algo que a su juicio podría producirse si cae el Gobierno, se convocan elecciones y los laboristas llegan al poder. Mientras ella sea primera ministra, nunca habrá un segundo referéndum, ha vuelto a repetir este domingo. No obstante, no ha aclarado si dimitirá en caso de que el acuerdo del brexit naufrague en el Parlamento, pese a que le han preguntado media docena de veces.

La primera ministra ha dedicado su rueda de prensa a defender las bondades del acuerdo del brexit. No sólo pone fin a la libre circulación de europeos, a los pagos masivos al presupuesto de la UE o a la jurisdicción del Tribunal de Justicia de Luxemburgo (TJUE), sino que además mantiene los aspectos positivos de la relación con Bruselas, como la cooperación en materia de seguridad o las relaciones comerciales, resalta. Su objetivo en los próximos días será dirigirse no sólo a los diputados sino también a los ciudadanos de a pie (que no votan) para que sean ellos los que presionen a sus representantes.

May aún es optimista

¿Qué pasará si pese a los esfuerzos de May el acuerdo del brexit naufraga en el Parlamento británico? ¿O incluso si el trato se aprueba pero después el partido unionista irlandés DUP retira su apoyo a la primera ministra y hace caer al Gobierno, como han sugerido sus dirigentes? Los líderes de la UE no han querido hablar de eso este domingo, según ha dicho el primer ministro irlandés, Leo Varadkar. Pero es un escenario que está en la mente de todos y por eso los preparativos para un brexit caótico continúan, tal y como ha admitido el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

"No hay plan B. Si el Gobierno británico cae o si el Parlamento británico no ratifica el acuerdo del brexitentramos en un escenario al borde del precipicio.Entramos en una crisis, una crisis muy seria que es lo que intentamos evitar con este acuerdo", confesaba hace unos días un alto diplomático de la UE. El reloj avanza de forma inexorable y apenas queda tiempo para unas nuevas elecciones o para un segundo  referéndum: sólo 124 días hasta el 29 de marzo de 2019.

¿Un segundo referéndum?

En teoría, la UE y Londres podrían pactar una prórroga de las negociaciones para dar tiempo a un segundo referéndum o a elecciones, algo previsto en el Tratado. En la práctica, todos en Bruselas descartan ampliar el plazo más allá de algunas semanas. Las elecciones europeas de mayo de 2019, en las que ya no participará Reino Unido, no dejan más margen de maniobra. Así que el escenario más probable si el Parlamento británico rechaza el acuerdo es un brexit caótico, con pérdidas para la economía de Reino Unido que podrían llegar hasta el 8% del PIB, según el FMI.

May todavía cree que puede evitarlo. Ha sido la única participante en el Consejo Europeo sobre el brexit que asegura no estar triste. "Estoy llena de optimismo", ha asegurado. Entiende que sus socios comunitarios se muestren consternados por la marcha de Reino Unido, pero asegura que a su país le espera un "futuro brillante" fuera de la UE. Es su forma de hacer campaña.