Bruselas

La ejecutiva del partido ALDE (Alianza de los Liberales y Demócratas por Europa) ha aprobado este miércoles la expulsión del PDeCAT de Carles Puigdemont por sus casos de corrupción y su deriva independentista, según han confirmado a EL ESPAÑOL fuentes de la formación. El PDeCAT convive ahora en ALDE con Ciudadanos y el PNV.

La decisión ha sido aprobada por unanimidad por los 11 miembros de la ejecutiva de ALDE, entre ellos su presidente, el belga Hans Van Baalen, y uno de los vicepresidentes, Luis Garicano, de Cs. La expulsión todavía debe ser ratificada por el consejo de ALDE, donde están representados todos los partidos adscritos a la familia liberal de toda la UE. La votación tendrá lugar en una reunión extraordinaria convocada para el próximo 27 de octubre en Bruselas.

La expulsión de ALDE supone un duro golpe para la cotización y la visiblidad del PDeCAT en la UE. La antigua Convergència formaba parte de los liberales europeos desde la entrada de España en la UE en 1986. Una adscripción que le ha concedido tradicionalmente una influencia en los debates europeos superior a su peso político real en la política española. Sobre todo porque no tuvo competencia en ALDE hasta la entrada de Ciudadanos en 2014, que intentó bloquear sin éxito.

Sin embargo, el PDeCAT se ha quedado sin interlocutores en la UE desde el inicio del proceso independentista. De ser considerado un partido europeísta de fiar, cuyos líderes tenían línea directa al máximo nivel en Bruselas, se ha convertido progresivamente en una fuerza apestada en Europa. Los dirigentes comunitarios cerraron las puertas a Artur Mas desde 2012 y nunca aceptaron recibir al expresidente Carles Puigdemont, ahora fugado en Bélgica. Su sucesor, Quim Torra, ni se atreve a pedir entrevistas con el presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, o el de la Eurocámara, Antonio Tajani

Entre los motivos que menciona la ejecutiva de ALDE para justificar la expulsión se encuentran las condenas por corrupción que pesan ya sobre la antigua Convergència, como la del caso del Palau de la Música, y los casos pendientes de fraude. También denuncia que el PDeCAT está "llevando a cabo actos que son contrarios a los intereses y valores" de la familia liberal, una referencia a su deriva independentista.

La formación política de Puigdemont ni siquiera respeta las reglas internas y por tanto su adscripción "ya no es políticamente compatible con los principios de ALDE".

Una presencia incómoda

Para los liberales europeos, la presencia en sus filas de un partido nacionalista, separatista y crecientemente euroescéptico como el PDeCAT le resultaba cada vez más problemática, especialmente en un momento en el que ultiman una alianza con La Republique en Marche! del presidente francés, Emmanuel Macron.

Además, ALDE ha apostado decididamente por la formación de Albert Rivera frente a la antigua Convergencia. Luis Garicano ocupa ahora una de las vicepresidencias del partido, mientras que la excoordinadora del PDeCAT, Marta Pascal, tuvo que renunciar a un cargo similar en 2017. Y los liberales europeos confían en Ciudadanos para ganar peso en las elecciones a la Eurocámara de mayo de 2019. Al partido naranja nunca le ha gustado compartir grupo en Europa con el PDeCAT.

La ruptura abierta entre el PDeCAT y ALDE se remonta al referéndum ilegal del 1-O del año pasado. Durante el debate sobre la crisis catalana celebrado días más tarde en la Eurocámara, el líder del grupo liberal, el flamenco Guy Verhofstadt, sostuvo que la consulta carecía de legitimidad democrática. Durante su huida a Bruselas, Puigdemont ha contado con el apoyo logístico de los nacionalistas flamencos de la N-VA, adscritos al grupo euroescéptico Conservadores y Reformistas Europeos y enemigos declarados de Verhofstadt.

Las críticas de ALDE subieron de tono con la elección de Quim Torra en mayo como presidente de la Generalitat. "La retórica separatista del nuevo presidente catalán continua estando en firme contradicción con la Constitución española pero también con la voluntad de la mayoría del pueblo catalán. Es el momento del diálogo y la conciliación y no de más provocaciones y confrontación", escribió en su cuenta de Twitter Hans Van Baalen.

El PDeCAT quería irse antes de que le echaran

Fue precisamente en mayo cuando ALDE envió su primera carta a la excoordinadora del PDeCAT, Marta Pascal, pidiéndole explicaciones. Durante muchos meses, el partido de Puigdemont se ha negado a responder a los sucesivos requerimientos que le llegaban de Bruselas. Además, pagó fuera de plazo la cuota del partido: el 6 de septiembre en lugar de en abril como estaba previsto. A la reunión convocada el viernes pasado a modo de ultimátum envió sólo a dos técnicos de bajo nivel.

La semana pasada, el PDeCAT aseguró a EL ESPAÑOL que estaba sopesando marcharse de la familia liberal europea antes de que le echaran. "No nos acabamos de sentir cómodos dentro del partido ALDE por sus posiciones en contra del derecho a decidir, que para nosotros es una línea roja", explicaron fuentes del partido.

"Además, no podemos olvidar que también está Ciudadanos y está claro que nunca estamos cómodos con este partido. De hecho, Pascal ya dimitió hace unos meses como vicepresidenta de ALDE por esta cuestión. Por todo eso, nos estamos planteando irnos del partido, aunque todavía no hay nada decidido", alega el PDeCAT.

Sin embargo, el partido de Puigdemont lo tiene ya difícil para marcharse antes de que le echen. Existe una recomendación formal de expulsión y la decisión definitiva se adoptará el 27 de octubre. Es decir, poco antes del congreso que los liberales europeos celebran en Madrid del 8 al 10 de noviembre, en el que Albert Rivera ejercerá de anfitrión y que supondrá el pistoletazo de salida para las europeas de 2019.

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