Bruselas

Bruselas endurece el tono contra el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, tras su declaración de independencia de Cataluña "suspendida". La Comisión Europea ha desoído la petición de Puigdemont para que medie en la crisis catalana y ya no llama al diálogo entre Madrid y Barcelona. En su lugar, ha reclamado el "respeto estricto" del orden constitucional español y ha expresado su confianza en el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, para resolver la crisis.

Por segunda semana consecutiva, el colegio de comisarios ha discutido este miércoles el desafío soberanista de Cataluña. Antes del referéndum del 1-O no lo había hecho nunca. Ahora, la Comisión "sigue muy de cerca la situación en España", según ha dicho el vicepresidente Valdis Dombrovskis, que ha sido el encargado de comparecer ante la prensa tras la reunión.

"Reiteramos nuestros llamamientos anteriores para que se respete de forma estricta el orden constitucional español", comienza la breve declaración que ha leído Dombrovskis. "Confiamos en las instituciones españolas, en el presidente Rajoy, con el que el presidente Juncker está en contacto constante, y en todas las fuerzas políticas que trabajan en pos de una solución en el marco de la Constitución española", ha resaltado.

"Apoyamos los esfuerzos para superar la división y la fragmentación y para garantizar la unidad y el respeto de la Constitución española", ha concluido el vicepresidente del Ejecutivo comunitario. Ni una palabra sobre la independencia suspendida de Cataluña ni tampoco sobre la petición de mediación de Puigdemont, pese a que se le había preguntado sobre ello.

De la declaración se ha caído la petición de diálogo entre Madrid y Barcelona que Bruselas venía reiterando desde el 1-O, tras el impacto que provocaron las imágenes de violencia durante las cargas policiales. Además, por primera vez la Comisión alude expresamente a su deseo de garantizar la "unidad" y combatir la "fragmentación" en España.

Los grandes países de la UE también apoyan a Rajoy

El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, hizo este martes un llamamiento inédito dirigido personalmente a Puigdemont para que no declarara la independencia de Cataluña. Y apeló a los independentistas a centrarse "en lo que nos une y no en lo que nos divide". Tras la sesión del Parlamento catalán, Tusk guarda silencio.

Otros dirigentes de la UE, en particular de los grandes países, sí se han expresado sobre la crisis catalana en las últimas horas. Y su mensaje coincide con el de la Comisión: respeto absoluto a la Constitución española y apoyo a Rajoy.

"Una declaración unilateral de la independencia de Cataluña sería irresponsable", ha dicho el ministro alemán de Exteriores, Sigmar Gabriel. "La verdad es que la solución sólo puede encontrarse a través de un diálogo basado en el Estado de derecho y dentro de los límites de la Constitución española", agrega.

"Inaceptable declaración unilateral de independencia catalana. Nuestra confianza en el Gobierno español, sabrá garantizar los derechos de todos los ciudadanos", ha escrito el jefe de la diplomacia italiana, Angelino Alfano, en su cuenta de Twitter.

También el Gobierno británico censura la actuación del Gobierno de Puigdemont. "Consideramos esencial que se respete el Estado de derecho y la Constitución española. El referéndum celebrado en Cataluña el 1 de octubre vulnera la Constitución española según los tribunales españoles. Por tanto, su celebración era ilegal y un intento de socavar el Estado de derecho", ha dicho un portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores.

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