Al menos 29 personas han resultado heridas en un ataque terrorista que se ha producido en la estación de Parsons Green, situada al suroeste de Londres, a primera hora de la mañana. La deflagración se ha producido hacia las 8.20 horas, según los bomberos. Los heridos han sido trasladados al hospital pero no se teme por la vida de ninguno de ellos. La Policía Metropolitana ha confirmado que están investigando el suceso como si se tratara de un acto terrorista.

Hasta el lugar se han trasladado efectivos de la Policía Metropolitana, ambulancias y dotaciones de bomberos. Aún no están claras las causas de la explosión.

Algunas imágenes que se han colgado en las redes sociales por testigos muestran una bolsa con un cubo blanco en llamas dentro de una bolsa de Lidl que está colocada en un vagón. Según The Guardian, fuentes de la policía han informado de que el dispositivo explotó de manera parcial y que estaba fabricado para provocar más daños. La policía ha confirmado también que se trata de una bomba casera y ha adelantado que, por el momento, no hay nadie detenido.

Las autoridades han anunciado que está en curso una operación de búsqueda del autor del atentado. Los agentes de la policía están examinando las imágenes de las cámaras de seguridad del metro para averiguar si el autor del ataque ha entrado y salido del metro. La investigación está liderada por el comando anti terrorista de la Scotland Yard en colaboración con el MI5 y el objetivo es detener al sospechoso lo antes posible, antes de que vuelva a atacar. 

Medios británicos hablan de que algunos pasajeros han sufrido quemaduras de diversa consideración, principalmente en el rostro y en el cabello.

En el lugar se han vivido escenas de pánico, en plena hora punta. De hecho, varias personas han resultado heridas por caídas y golpes en su intento por salir de la estación lo antes posible tras escuchar la explosión.

Algunos testigos han explicado que vieron "un muro de fuego saliendo de un vagón después de escuchar una explosión"

Los peores momentos se han vivido en las salidas de la estación puesto que se han registrado estampidas en algunas zonas: "Se aplastaban unos a otros", han explicado algunos viajeros.

Un ingeniero que viajaba en el tren ha asegurado que la bomba "parecía un cubo de mayonesa". "No estoy seguro de si se trató de una reacción química o algo más, pero parecía hecho en casa. Aunque no soy un experto", explicó.

Parte de la línea de Metro de Londres se ha visto afectada por este suceso y han cerrado algunas estaciones de forma temporal. District Line está suspendida hasta nuevo aviso.

La empresa de coches con conductor Uber ha ofrecido servicios gratuitos para llevar a muchos de los viajeros que han quedado atrapados en la zona.

Convocado el comité de emergencia

El ministro británico de Exteriores, Boris Johnson, ha pedido "calma" y ha subrayado la importancia de "no especular" sobre la naturaleza de la explosión.

En una declaración a los medios, el jefe de la diplomacia británica dijo que la información disponible es "limitada" y pidió a la población que continúe con su vida normal.

La primera ministra, Theresa May, ha convocado el comité de emergencia en caso de terrorismo, Cobra, tras este suceso. "Mis pensamientos están con los heridos en Parsons Green y los servicios de emergencia que, una vez más, están respondiendo rápida y valientemente a un sospechoso incidente terrorista", ha aclarado May. Por su parte, el alcalde de Londres, Sadiq Khan, ha condenado lo ocurrido y ha pedido a los londinenses que actúen de manera "tranquila pero vigilantes" en estos momentos.

Donald Trump también se ha pronunciado sobre el ataque, a través de su cuenta de Twitter, instando a la Scotland Yard a ser "proactiva" en la lucha contra el terrorismo y desvelando que los autores del atentado ya eran conocidos de las autoridades.

Asimismo, el presidente de Estados Unidos ha considerado que los terroristas deben ser tratados de manera mucho "más dura" y que se debe "cortar su acceso a internet, su principal herramienta de reclutamiento".

La explosión hace recordar los atentados de 7 de julio de 2005, cuando 56 personas murieron y 700 han resultado heridas en tres explosiones ocurridas en el metro y en un autobús en Londres. Ya este año, la capital británica había sido víctima de dos ataques más: uno en el puente de Westminster y otro en London Bridge, que se saldaron con 12 muertos y uj centenar de heridos. 

Cinco atentados en lo que va de año

Es la quinta vez que el terrorismo sacude al Reino Unido en lo que va de 2017. Antes de este ataque, los terroristas habían atentado contra el país por cuatro veces.

El 22 de marzo, un hombre mató a cinco personas -cuatro ciudadanos y un policía- y causó decenas de heridos al arrollarlos con un todoterreno, antes de ser abatido por la policía. Este ataque terrorista islamista frente al Parlamento británico, en Londres, fue considerado una acción solitaria.

Dos meses después, un terrorista suicida mata a 22 personas al término de un concierto de la cantante estadounidense Ariana Grande en el estadio Manchester Arena, en el norte de Inglaterra.

El 3 de junio, mueren siete personas (además de los tres atacantes que fueron abatidos por la policía) y, al menos, 48 resultan heridas tras un atentado en London Bridge y el cercano mercado gastronómico de Borough.

Diecisiete días después, muere un musulmán y otros diez resultan heridos después de que una furgoneta arrollara, al término de los rezos del mes sagrado del Ramadán, a peatones a escasos 100 metros de la mezquita de Finsbury Park, en el norte de Londres. Tras arremeter con el vehículo contra los feligreses, el británico Darren Osborne, autor del ataque, gritó: "Voy a matar a todos los musulmanes" y le dijo a sus víctimas: "Te lo merecías".