Theresa May es la nueva primera ministra de Reino Unido. La ganadora de la guerra sucesoria del Partido Conservador ha tomado posesión del cargo ante la reina Isabel II minutos después de que David Cameron presentara formalmente su renuncia en el Palacio de Buckingham.

"Afrontamos un momento de gran cambio nacional tras el referéndum, pero sé que como Gran Bretaña superaremos el reto", ha afirmado May a la puerta del número 10 de Downing Street tras ser investida en el cargo.

"Mientras dejamos la Unión Europea, forjaremos un nuevo y valiente papel para nosotros en el mundo y haremos de Reino Unido un país que no funcione sólo para unos pocos privilegiados sino para cada uno de nosotros (...) Todos juntos vamos a crear un mejor Reino Unido", ha aseverado la líder conservadora, quien ha alabado el legado de su predecesor y prometido gobernar con el "mismo espíritu" de unidad.

May, que ostentaba la cartera de Interior en el Gobierno de Cameron, ha comenzado a formar su propio gabinete, el cual tendrá que negociar la salida de Reino Unido de los Veintiocho.

Entre los miembros anunciados hasta ahora, se encuentran el líder euroescéptico Boris Johnson, que estará al frente de Exteriores, y David Davis que liderará un departamento específico para el brexit.

UN DÍA DE DESPEDIDAS

Poco antes de dimitir y delante de la que ha sido su casa en los últimos seis años, Cameron ha asegurado que el país es "más fuerte" que cuando cogió las riendas. "No ha sido un viaje fácil", ha reconocido el ya ex premier junto a su mujer e hijos, que lo han arropado en sus últimos momentos al frente de la nación. "Por supuesto, no acertamos en todas las decisiones pero creo que hoy nuestro país es mucho más fuerte".

El líder tory, la cara más visible de la campaña por permanecer entre los Veintiocho, anunció que se echaría un lado el día siguiente a que los británicos votaran por abandonar la Unión Europea.

En la propia jornada del referéndum, docenas de diputados eurófobos de su formación lo instaron a continuar al frente tras la consulta independientemente del resultado. Pero tras perder su propia apuesta, Cameron anunció que el país necesitaba un "liderazgo nuevo".

"El pueblo británico ha decidido claramente tomar un rumbo distinto", aseveró entonces. "Creo que no sería correcto que intentase ser el capitán que dirige a nuestro país a su próximo destino".

Cachondeo en el Parlamento para despedir a Cameron.

Este miércoles ha sido un día de despedidas para el político conservador después que los camiones de la mudanza desfilaran esta semana por Downing Street para hacer sitio a su sucesora.

Al mediodía, Cameron compareció ante el Parlamento por última vez. Su intervención despertó ovación, risas y alguna lágrima e incluyó dardos al cuestionado líder de la oposición, Jeremy Corbyn, y su resquebrajado Partido Laborista. "Aparte de una reunión esta tarde con Su Majestad la Reina mi agenda para el resto del día es sorprendentemente ligera", ha bromeado en Westminster.

En su última sesión de preguntas como primer ministro, Cameron ha aprovechado para cargar contra Corbyn y el proceso de elecciones internas que afronta su partido. “Nosotros tuvimos una dimisión, una nominación, una competición y una coronación. Ellos ni siquiera han decidido cuáles son las reglas”, dijo en referencia a la disputa entre laboristas sobre si Corbyn debería de poder. competir directamente en las primarias por se el dirigente de la formación.

El órgano ejecutivo del Partido Laborista decidió finalmente el martes que Corbyn podía entrar en la contienda sin lograr el respaldo de 51 legisladores de la formación, como los aspirantes a destronarlo. “La democracia es algo espléndido y emocionante y estoy disfruto cada momento de ella”, le respondió Corbyn, quien se ha negado a echarse a un lado pese a que 172 de sus diputados votaron contra él en una moción de confianza.

Las últimas palabras de Cameron en el Parlamento hicieron referencia a una frase que él mismo dijo al ex primer ministro laborista Tony Blair cuando se convirtió en líder del Partido Conservador en 2005. Entonces, Cameron dijo a Blair que “él una vez fue el futuro”.

“Lo último que diré es que se pueden lograr muchas cosas en la política”, ha dicho este miércoles a los diputados. “Al final, el servicio público, el interés nacional es de lo que va todo esto. Nada es imposible si te decides a hacerlo. Después de todo, como dije en una ocasión, yo fui el futuro una vez”.