"Para nosotros todo el mundo estaba muerto", ha declarado el comisario de policía que fue el primero en entrar en la asediada Bataclan durante el fatídico 13 de noviembre pasado. En aquella sala parisina los terroristas secuestraron a los 1.500 espectadores del concierto que daba Eagles of Metal Death y acabaron con la vida de 87 personas. 

El agente, cuya identidad permanece en el anonimato, ha contado ante la comisión que investiga los atentados de 2015 cómo mató a uno de los yihadistas, Samy Amimour, cuenta el diario francés Le Figaro con información de France Presse.

Relata la impresión que le dio ver a "las personas fallecidas, sobre el suelo, delante de nosotros" ya antes de entrar en aquella sala transformada en "infierno". Una persona filmaba con el móvil y él y su compañero le dijeron que parara. "Oímos tiros".

Sobre las 21:54 entraron en la sala de conciertos, sin esperar refuerzos y sin tener aún ni idea de lo que les esperaba dentro. Según entraron, una avalancha de entre quince y treinta personas salieron huyendo hacia el exterior. "A partir del momento en que comenzamos a avanzar por el pasillo, los tiros cesaron, y cuando volvimos, no había nadie (...). Sólo un silencio glaciar".

El pasado diciembre este mismo policía ya declaró a la radio France Info que a él y su compañero les sorprendió la "luz cegadora" y el silencio al entrar en la sala. 

"La visión era indescriptible, se lo pueden imaginar. Centenares de cuerpos. Para nosotros, todo el mundo estaba muerto", ha continuado su relato ante la comisión parlamentaria, que ha trascendido este miércoles.

El comisario cuenta que después se encontró cara a cara a uno de los terroristas, a unos 25 metros de distancia. "Uno de los terroristas al que habíamos identificado anteriormente como Samy Amimour (...) apareció en escena. Estaba frente a nosotros y tenía su fusil de asalto en la mano, amenazando a un hombre joven a unos metros de él. Disparé cuatro veces, y mi colega, dos". Amimour cayó al suelo.

Poco después explotó su cinturón de explosivos. Después, un intercambio de disparos. Y de nuevo, el silencio. Los dos policías acudieron a protegerse. "Estábamos seguros de que no saldríamos vivos de aquel infierno. Estábamos sólo nosotros dos, no teníamos armas largas, no sabíamos dónde estaban los terroristas". Entonces decidió salir a la calle para comprobar si al fin habían llegado refuerzos.

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