El presidente saliente sigue sin reconocer su derrota y ha advertido en un comunicado emitido por su campaña de que "la elección está lejos de haber finalizado", además de criticar que Biden se haya "apresurado" a reclamar la victoria "falsamente".

En un tuit posterior, Trump insistió en que había ganado los comicios y reiteró sus acusaciones sin pruebas de que hubo irregularidades.

Más allá de los cruces de acusaciones, las ciudades donde hay una mayoría demócrata, como Washington, Nueva York o San Francisco se convirtieron en toda una fiesta con ríos de gente inundando sus calles y gritando "Trump estás despedido", la mítica frase que el magnate pronunciaba en el programa 'The Apprentice'.

La mayoría de asesores del presidente comenzaron a finales de la semana a reconocer en privado que habían perdido, pero el propio Trump seguía sin ningún plan de dar un discurso de concesión, algo que es una tradición en el país.

"Obviamente no va a conceder" la derrota, dijo su abogado, Rudy Giuliani, en una rueda de prensa este sábado en Filadelfia (Pensilvania).

Su campaña sigue enzarzada en una estrategia legal para interferir en el escrutinio de esos votos en varios estados clave, pero es altamente improbable que esas demandas consigan invalidar un amplio volumen de sufragios.

El abogado Rudy Giuliani junto a Donald Trump. Mike Segar Reuters

A Trump no le bastaría con demostrar fraude ante los tribunales en un solo estado, sino que debería hacerlo en varios para cubrir el trecho entre los delegados que tiene ahora en el Colegio Electoral, 214, y los que necesitaría para ser reelegido, 270.

Su abogado, Rudy Giuliani, siguió sin embargo agitando el fantasma de un litigio que pudiera cambiarlo todo, y prometió que el lunes la campaña de Trump presentará una nueva demanda en un tribunal federal de Pensilvania.

"Esto acabará siendo un gran caso", auguró Giuliani sobre esa querella, de la que no dio detalles, durante su rueda de prensa en Filadelfia. El exalcalde de Nueva York ha atacado los resultados de las elecciones pese a que los principales medios de comunicación declararan a Joseph Biden Jr. ganador de la carrera presidencial.

En Filadelfia Giuliani ha ido un paso más allá y ha sugerido que los tribunales de Pensilvania tal vez quieran "dejar de lado" los resultados de ese estado. Aunque el presidente lideró el recuento allí en un primer momento, perdió esa ventaja cuando se contaron todas las papeletas.

Giuliani reunió a un grupo de observadores electorales ante las cámaras y dijo que no se les había dado la oportunidad de ver las papeletas que supuestamente debían controlar. Utilizó los recursos a su alcance para lanzar un amplio ataque a la votación en Pensilvania, donde no hay evidencia de ningún fraude o irregularidad electoral generalizada.

Trump y Twitter

Twitter marcó este sábado como "controvertido" un tuit del presidente de EEUU, Donald Trump, en el que se declaraba ganador de las elecciones presidenciales, cuando los principales medios del país ya han anunciado la victoria de su rival, el demócrata Joe Biden.

En su mensaje, el mandatario también prosigue las acusaciones de días anteriores según las cuales se habrían producido irregularidades en las votaciones y el escrutinio, pese a que no existen pruebas de ello.

"A los observadores no se les permitió entrar en las salas de cómputo de los votos. Gané la elección, logré 71.000.000 de votos legales. Cosas malas ocurrieron y no se permitió verlas a nuestros observadores. Jamás antes había ocurrido. Se enviaron millones de papeletas por correo a gente que no las había pedido", escribió Trump.

Twitter marcó el mensaje con la nota "Esta acusación de fraude electoral es controvertida" y evitó esconderlo parcialmente o limitar su difusión como sí ha hecho con decenas de tuits del presidente durante los últimos cuatro días, en los que Trump ha insistido en reclamar victoria y lanzar acusaciones de fraude.

A media tarde del sábado, el mensaje de Trump tenía 176.000 retuits, 367.000 "Me gusta" y 195.000 comentarios.

El candidato demócrata, Joe Biden, se ha convertido este sábado en el presidente electo de EEUU después de haber conquistado el estado clave de Pensilvania, según los principales medios de comunicación del país.

Biden, el candidato presidencial que más votos ha ganado en la historia de EEUU, superó la cifra de 270 compromisarios que necesitaba en el Colegio Electoral cuando los medios confirmaron su victoria en Pensilvania cuando se acaben de contar todos los sufragios.

Su compañera de fórmula, Kamala Harris, hizo también historia al convertirse en la primera mujer elegida jamás como vicepresidenta de EEUU, además de ser la primera persona negra que estará en ese cargo, cuando ambos lleguen a la Casa Blanca el próximo 20 de enero.

Los resultados llegan después de casi cuatro días de agónica espera, mientras los estados contaban el récord de papeletas enviadas por correo en las elecciones con más participación de la historia del país.

Un solo mandato

Donald Trump se unirá a Gerald Ford, George H. W. Bush y Jimmy Carter en la lista de mandatarios de EEUU a los que los votantes no les dieron su apoyo para un segundo mandato, una vez que se oficialice su derrota frente a Joe Biden en las elecciones del martes pasado.

El presidente republicano, que no solo no ha reconocido haber perdido las elecciones sino que afirma haberlas ganado, tiene la costumbre de llamar "perdedores" a los que no logran sus objetivos o salen mal parados en alguna empresa.

Después de varios días de escrutinio de los votos en cinco estados rezagados, Pensilvania concluyó la tarea y Biden fue declarado ganador en ese estado por los principales medios estadounidenses, lo que le dio los 270 votos del Colegio Electoral necesarios para llegar a la Casa Blanca.

La lista de presidentes con un solo mandato se inicia con el segundo mandatario de Estados Unidos, John Adams (1797-1801), que fue vicepresidente del primero, George Washington, y lo sucedió en la Casa Blanca.

El primero en perder la reelección en el siglo XX fue William Howard Taft (1909-1913) y luego pasó por lo mismo Herbert Hoover (1929-1933), el presidente al que le tocó la depresión de 1929.

El siguiente, cuatro décadas después, fue el republicano Gerald Ford (1974-1977), que se había convertido en vicepresidente de Richard Nixon después de que Spiro Agnew renunciara por evasión de impuestos.

Ford asumió la Presidencia, sin haber sido elegido en las urnas, cuando Nixon renunció por el caso Watergate, y luego quiso intentar un mandato "propio", pero la caída de Saigón a manos de Vietnam del Norte y una economía floja no le ayudaron.

El hombre que acabó con los sueños de Ford, el demócrata Jimmy Carter (1977-1981), se quedó sin un segundo mandato debido a la crisis de los rehenes en Irán y la subida de los precios por la crisis del petróleo y al empuje de Ronald Reagan (1981-1989).

El republicano George H. W. Bush (1989-1993), que lideró al país en la Primera Guerra del Golfo y a la invasion de Panamá, tampoco tuvo el apoyo de los votantes para seguir cuatro más en la Casa Blanca.

Desde él hasta Donald Trump no hubo presidentes sin reelección.

Sí lograron el respaldo de la gente para continuar cuatro años más los demócratas Bill Clinton (1993-2001) y Barack Obama (2009-2017) y los republicanos Ronald Reagan (1981-1989) y George W. Bush (2001-2009).

Trump reiteró hoy sus acusaciones sin pruebas de que hubo irregularidades y escribió un tuit todo en mayúsculas: "GANÉ LAS ELECCIONES".

Fue la primera reacción del mandatario en Twitter, la red social que ha sido su principal altavoz durante su presidencia, unas horas después de haber opinado en un comunicado que las elecciones "están lejos de haber finalizado".

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